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El reciente informe del equipo Multiplataforma de Latina Noticias que expone las dificultades del metropolitano ha desencadenado una serie de reacciones sobre la situación actual de este sistema. Conoce aquí más detalles.

Con más de una década desde su implementación, el Metropolitano se enfrenta al desafío del creciente número de pasajeros, especialmente en estaciones clave como Naranjal, impactando la salud mental de más de 100 mil usuarios.

Gran cantidad de usuarios se sintieron identificados con la historia Claudia, estudiante y trabajadora, que transita en esta odisea diaria de viajar en el metropolitano. En medio de la congestión y las limitaciones del Metropolitano, varios ciudadanos expresaron su frustración con la falta de un sistema de transporte masivo más eficiente.

Un usuario señaló: «Con la millonada de gente que hay en Lima, no sé a quién se le ocurrió que unos buses podrían cubrir la demanda de transporte de personas». Asimismo, las personas sugieren que Lima debería contar con un sistema de trenes subterráneos, similar a los metros, respaldado por buses para rutas de menor demanda.

Algunos ciudadanos propusieron soluciones específicas, como la implementación de buses de dos pisos, inspirados en el modelo del Reino Unido, como una forma de aliviar la congestión. Otros destacaron la necesidad urgente de líneas adicionales de metro, como la Línea 2 y 3, para mejorar la conectividad y descongestionar las rutas existentes.

Las respuestas también abordaron problemas de comportamiento y falta de civismo. Algunos comentarios resaltaron la necesidad de que la población sea más amable y educada en situaciones de transporte público, mientras otros señalaron la falta de respeto en las colas y situaciones donde se empujaba a personas vulnerables.

La falta de horarios fijos y la ausencia de un servicio confiable fueron aspectos recurrentes en los comentarios. Algunos usuarios mencionaron la importancia de la puntualidad y la necesidad de mejorar la planificación y la eficiencia en la operación del Metropolitano.

HAN PASADO MÁS DE 10 AÑOS

Aunque han transcurrido más de 10 años desde la implementación del sistema Metropolitano en Lima, persiste un desafío significativo: el creciente número de pasajeros abordando los autobuses. La estación Naranjal, en particular, es utilizada diariamente por más de 100 mil personas, lo que genera una presión extrema en el sistema y, como consecuencia, un impacto notorio en la salud mental de los usuarios.

La congestión, las largas esperas y las condiciones a menudo precarias contribuyen a un entorno estresante, afectando la calidad de vida de quienes dependen de este servicio de transporte público. Este fenómeno, señalan especialistas, destaca la urgencia de abordar las deficiencias en la infraestructura y gestionar eficazmente el crecimiento de la demanda para mejorar la experiencia de viaje y mitigar los efectos adversos en el bienestar mental de los limeños.

IMPACTO PERSONAL

Otro grupo de usuarios compartió experiencias personales y expresó su empatía hacia aquellos que dependen diariamente del Metropolitano como en el caso de Claudia:

«Nunca tomo el Metropolitano en hora punta, y menos desde la estación Naranjal. Felizmente trabajo remoto, pero realmente entiendo lo difícil que debe ser para los que no tienen otras opciones».

Además, mencionaron que la ampliación programada para diciembre de este año Naranjal- Carabayllo podría resolver la gran demanda:

Algunos usuarios contextualizan la situación en el panorama latinoamericano, atribuyendo parte de los problemas a cuestiones sociales más amplias.

La usuaria «@pilarpoma5356» reflexiona: «La gran mayoría de países latinoamericanos pasamos por las mismas experiencias y todo esto es por nuestra propia culpa. No existe respeto en nuestra sociedad, no hay conciencia, por ende, todo se pudre»

Algunos comentarios señalan la falta de cortesía y consideración entre los pasajeros como un factor contribuyente a la problemática del transporte público:

Finalmente, los usuarios demandan mayor aumento de para abordar los desafíos del transporte por el impacto en la salud mental que repercute en su vida diaria.