Augusto Ernesto Bacilio Cajo continuaba impune por las calles pese a los delitos cometidos. Fue capturado el último jueves tras una persecución policial, hallándole dos cuchillos en su poder.
Augusto Ernesto Bacilio Cajo era un peligro para la sociedad, pues no solo era conocido por sus vecinos debido a su violento accionar, también porque hace una semana asesinó a un taxista que intentó defender a un bodeguero que se negó a venderle licor al referido sujeto.
Increíblemente, y pese a lo mencionado, Bacilio Cajo continuaba haciendo de las suyas impunemente. Hasta que el último jueves 20 de julio, vecinos alertaron a la Policía Nacional que dentro de una vivienda, en San Martín de Porres, una persona estaba agrediendo a su esposa, nuevamente se trataba del mismo personaje.
Esta vez, Augusto Ernesto Bacilio Cajo intentó escapar de los agentes del orden, pero su huía solo duró un par de cuadras. Tras su captura, se le halló dos cuchillos en su poder, los mismos que empleó para evitar ser detenido durante la persecución. Posteriormente, fue trasladado hasta la comisaría de dicha jurisdicción.
Ante este panorama, el Segundo Despacho de la Segunda Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Condevilla solicitó la detención preliminar contra Augusto Ernesto Bacilio Cajo, investigado por el presunto delito de lesiones graves con subsecuente muerte, en agravio de Carlos Enrique Villavicencio Roncal.
“Bacilio Cajo fue detenido en San Martín de Porres por violencia y resistencia a la autoridad y tráfico ilícito de drogas. Con su captura, testigos del ataque a Carlos Villavicencio lograron identificarlo como el presunto autor de las lesiones graves que generó la muerte”, refiere el comunicado del Ministerio Público.
Asimismo, como parte de las diligencias, el equipo fiscal realizó la toma de declaraciones a testigos, el reconocimiento en rueda, visualización de videos recabados para la investigación, entre otros.
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