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A través de un informe de la cadena británica BBC se ha puesto en evidencia, este último lunes, casos de abusos sexuales y torturas perpetradas por el fundador y telepredicador pentecostal de una de las más grandes iglesias evangélicas, el fallecido TB Joshua, a lo largo de unos 20 años.

Según ha referido la cadena, decenas de centros que pertenecían a Sinagoga, Iglesia de Todas las Naciones (SCOAN), organización religiosa que dirige el canal de televisión «Emmanuel TV» desde Lagos, denunciaron hechos de violación y abortos forzosos cometidos por el predicador nigeriano.

El líder religioso, que contaba con una inmensa red global de seguidores, es acusado de cometer numerosos casos de abusos dentro de un complejo «secreto» situado en Lagos, donde las acusaciones datan de hace casi 20 años.

La iglesia evangélica no ha respondido a las acusaciones de la BBC, aunque ha indicado que otros casos denunciados anteriormente carecían de fundamento.

ABUSOS SEXUALES Y ABORTOS FORZOSOS

De acuerdo a la pesquisa llevada a cabo durante dos años, testigos relatan episodios de violencia física y torturas cometidas por Joshua, entre ellas figura abusos de niños e, incluso, casos de personas atadas y azotadas con látigos.

Varias mujeres alegan haber sido agredidas sexualmente por el telepredicador y algunas afirman haber sido abusadas sexualmente por el religioso durante varios años.

Según los testimonios recabados, a una de las víctimas, se le obligó a someterse a cinco abortos, producto de los constantes abusos del líder de la organización religiosa.

Además, se encontraron pruebas que destapan los engaños del predicador para producir sus conocidos «milagros de sanación», que erran transmitidos a millones de espectadores alrededor del mundo.

Entre los más de 25 ‘exdiscípulos’ que hablaron con el canal de países como Reino Unido, Nigeria, Estados Unidos, Sudáfrica, -ghana, Namibia o Alemania, algunos contaron que se unieron a la organización cuando eran adolescentes.

Dentro de la investigación que llevó a cabo la BBC junto con la plataforma internacional Open Democracy, cuatro británicos víctimas de telepredicador indicaron que denunciaron los abusos tras escapar de la iglesia ante las autoridades británicas; sin embargo, no se adoptó ninguna medida.