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Los niños y adolescentes están a puertas de salir de vacaciones de medio año, pero previamente a ello deben enfrentar los exámenes, que suelen generar situaciones de estrés. Así lo confirma un estudio realizado en Canadá a 374 estudiantes, donde en 58% de ellos presenta “ansiedad antes del examen” y el 86% indicó sentirse estresado durante el segundo semestre académico.

 

Como ratifica Daniel Chumbe, psicólogo del colegio peruano norteamericano Abraham Lincoln, el estrés académico es un reacción normal, pero muchas veces se vuelve difícil de afrontar entre los estudiantes, sobre todo cuando están frente a diversas exigencias y demandas escolares, tales como: pruebas, exámenes, trabajos, presentaciones, etc.

 

Asimismo, el especialista detalla que no todos los niños reaccionan de la misma manera frente a un mismo estresor. “Mucho tiene que ver características personales como el temperamento y la capacidad de afrontamiento del alumno”, y añade que si a ese cuadro se le añade problemas a nivel familiar o de salud la condición podría agravarse afectando hasta la autoestima del menor.

 

Así que, si en esta época de exámenes tu hijo presenta estados de estrés, el especialista te recomienda estos consejos:

 

– Valida las emociones que pueda estar viviendo y manifestando tu hijo. No juzgues, califiques, ni minimices las situaciones que le genera preocupación. Bríndale soporte emocional.

 

– Ofrece a tus niños la certeza que tanto sus padres y profesores son elementos que están para brindarles apoyo y comprensión. Que esté abierto a dialogar porque será escuchado.

 

– Frente a episodios de crisis conversa con tu niño sobre qué materias o situaciones les son complicadas de afrontar y estate atento a su discurso para poder identificar aquellas demandas o expectativas que pueden tener solución o que no se ajustan a la realidad. Confróntalo de forma asertiva.

 

– Ayuda a tu hijo a tener adecuados hábitos de estudio, que van a contribuir de forma positiva el proceso de aprendizaje. Supervisa la adecuada organización del tiempo cuando regresen a casa después del colegio y la planificación de actividades a lo largo de la semana.

 

– Permite que cuente con un espacio de estudio con el acondicionamiento necesario y el constante acompañamiento hasta que los hábitos estén interiorizados en su hijo.