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Era la noche del sábado 20 de abril, pocos vehículos transitaban por el túnel de la Línea Amarilla. Un auto negro ingresó a la vía y la pesadilla empezó para la familia que iba a bordo de ese vehículo. Un auto blanco le cerró el paso y tres delincuentes encapuchados y armados se bajaron del vehículo.

 

Abren las puertas, el conductor intenta avanzar pero es inútil, ya no tenía escapatoria. Los sujetos amenazan a sus víctimas y los obligan a bajar de la camioneta, uno de ellos le arrebata sus pertenencias al chofer, mientras que el cómplice hace lo mismo al copiloto y a su acompañante.

 

Un conductor pasa por el lugar, pero no se detiene. Luego de varios segundos, el tercer delincuente sube a la camioneta, listo para arrancar. Una vez con el botín, los tres encapuchados huyen con el lujoso vehículo. Fueron 40 segundos de terror, las mujeres quedaron en ‘shock’ mientras el conductor, que estaba en tendido en el suelo, se levanta y pide ayuda.

 

Según cuenta el abogado, el conductor regresaba de recoger a su madre del aeropuerto internacional Jorge Chávez rumbo a su casa en San Borja.

 

«Se llevaronn pertenencias y también equipaje de la madre que llegaba de viaje, artículos y obsequios que trae a la familia”, explicó el abogado.

 

El hombre denunció que pese a las cámaras y los altoparlantes que monitorea todo la vía, la ayuda tardó en llegar.

 

A través de un comunicado, LAMSAC, la empresa concesionaria de Línea Amarilla, lamentó lo sucedido y aseguró que hasta el momento es el único incidente reportado tras más de siete millones de traslados realizados desde su apertura. Además, afirmó que tras el incidente activó inmediatamente el protocolo de gestión de emergencias.

 

Más de un mes después del asalto, los sujetos siguen prófugos. Las víctimas no descartan tomar acciones legales contra la empresa.

 

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