El Papa Francisco tuvo un caluroso recibimiento en Trujillo y en la misa que ofició esta mañana en la playa de Huanchaco dedicó su homilía a la unión que mostró el pueblo trujillano tras los duros embates del fenómeno del ‘niño costero’. El Santo Padre no fue ajena a los demás problemas que agobian a Trujillo, como el sicariato y la violencia.
“Jesús en la cruz quiere estar cerca de cada situación dolorosa para darnos su mano y ayudar a levantarnos. Porque Él entró en nuestra historia, quiso compartir nuestro camino y tocar nuestras heridas. No tenemos un Dios ajeno a lo que sentimos y sufrimos, al contrario, en medio del dolor nos entrega su mano”.
“Con Jesús, el alma de este pueblo de Trujillo podrá seguir llamándose ‘la ciudad de la eterna primavera’, porque con Él todo es una oportunidad para la esperanza. Sé del amor que esta tierra tiene a la Virgen, y sé cómo la devoción a María los sostiene siempre llevándolos a Jesús”.
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#TodosSomosPapa Desde Huanchaco, Francisco recomienda encomendarse a Jesús para "no naturalizar lo que nos roba la esperanza". pic.twitter.com/Edjq64ekxD
— Latina Noticias (@Latina_Noticias) January 20, 2018
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