El pez diablo negro adulto es una especie marina que vive a 2000 metros de profundidad; sin embargo, hace unas semanas fue avistado en Tenerife y un reciente dato ha generado revuelo en redes.
El 26 de enero, las aguas de Tenerife, en España, se convirtieron en el escenario de un evento extraordinario: un pez diablo negro, conocido también como pez rape abismal, emergió a plena luz del día, desafiando todas las expectativas sobre su comportamiento. Este sorprendente avistamiento ha generado una ola de interés en la comunidad científica, ya que esta especie suele vivir a profundidades de aproximadamente 2000 metros en océanos tropicales y subtropicales y rara vez sube a la superficie.
El aspecto del pez diablo negro es, sin duda, poco agradable. Su cuerpo oscuro está adornado con bacterias bioluminiscentes en la aleta dorsal, que utiliza para atraer a sus presas. Con dientes afilados y ojos saltones, este pez está diseñado para sobrevivir en la oscuridad absoluta de las profundidades. Sin embargo, lo más revelador de este avistamiento fue el análisis posterior que determinó su tamaño real.
Contrario a la creencia popular de que se trata de una criatura de enormes dimensiones, los estudios indicaron que el pez medía apenas seis centímetros. En raras ocasiones, los ejemplares pueden alcanzar entre 15 y 18 centímetros. Esta información fue proporcionada por el Museo de Naturaleza y Arqueología de Tenerife y ayudó a desmitificar al “monstruo marino negro”.
La fascinación por este pez no terminó con la revelación de su tamaño. Un grupo de investigadores marinos, que se encontraba en la zona, documentó el momento en un video que rápidamente se volvió viral en redes sociales.
Un pez abisal avistado en Tenerife…. Se vienen cosas pic.twitter.com/P7X5F7zVaG
— Dr. Carlos Cuadrado Gómez-Serranillos 💙💚 (@drcuadradogs) February 6, 2025
A pesar de la emoción generada por el avistamiento, lamentablemente el pez murió poco después de ser encontrado. La investigadora que compartió un video en TikTok mostró al pez en el laboratorio, comparando su tamaño con el de una mano, lo que otorgó una nueva perspectiva sobre esta criatura poco conocida.
David Jara Bogunyà, de la ONG Condrik Tenerife, capturó imágenes del pez desde el buque Glaucus mientras nadaba, convirtiéndose en uno de los pocos en haber documentado a esta especie con vida. Cabe recordar que en 2014, Bruce Robison, del Instituto de Investigación del Acuario de la Bahía de Monterrey, había sido el único en filmar un pez diablo negro vivo, lo que hace que las recientes observaciones sean aún más significativas para el archivo científico de la biodiversidad marina.
A tamaño real https://t.co/itWETq7HkN pic.twitter.com/PJLYG6GlNq
— Dr. Carlos Cuadrado Gómez-Serranillos 💙💚 (@drcuadradogs) February 11, 2025
Respecto a la inusual aparición en la superficie, varios biólogos han propuesto hipótesis. Kory Evans, biólogo de peces de la Universidad Rice, explicó que, aunque suelen ser depredadores de emboscada, los peces diablo negro no son conocidos por nadar activamente.
Una hipótesis sugiere que el pez pudo haber ingerido uno más pequeño que, al expandirse, lo impulsó hacia arriba. Otra teoría vincula el fenómeno a la actividad volcánica en las Canarias, proponiendo que una fisura en el fondo oceánico pudo haberlo atrapado en una corriente de agua caliente que lo arrastró a la superficie. Por último, existe la posibilidad de que el pez fuera consumido por un depredador más grande y luego escupido, forzándolo a ascender.
Aunque ninguna de estas teorías ha sido confirmada, ofrecen explicaciones plausibles para la aparición del pez diablo negro en la superficie.
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