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Esta semana la Unidad de Investigación de Latina pudo acceder a manuscritos de Vladimiro Montesinos donde pedía tener comunicaciones telefónicas diarias de dos horas desde la Base Naval del Callao, donde cumplía su condena. Tras esto, el exasesor presidencial fue trasladado al penal Ancón I donde estará bajo custodia del Instituto Nacional Penitenciario del Perú.

“Él (Vladimiro) está en la etapa A de extrema seguridad y como tal le va a corresponder dos horas de patio. No le corresponde llamadas telefónicas, como no le corresponde a ninguna persona que está clasificada en régimen cerrado especial. Le corresponde visitas solo a través de un locutorio. Va a estar en una celda unipersonal. No está, ni va a estar, en contacto con otros internos. Por el momento está solo, pero aunque hubieran otros internos, él no va a coincidir en sus horas de patio con otros internos”, cuenta Susana Silva, presidenta del INPE.

“Previendo cualquier contingencia que se pueda dar, hemos dispuesto que, para efectos de la seguridad de este interno, el personal a cargo sea del Grupo de Operaciones Especiales. Adicional, hemos hecho poligrafiar al personal que va a estar a cargo de este interno. Este personal, que ha sido previamente seleccionado, va a estar sujeto a evaluaciones continuas”, indicó.

La presidenta del INPE explicó el motivo por el cual se decidió trasladar Vladimiro Montesinos. “Lo que ha estado ocurriendo no se puede repetir, es por esto que se ha tomado la decisión de sacarlo de la Base Naval para ponerlo bajo la administración y custodia del Instituto Nacional Penitenciario”.

A puertas de terminar el convenio que existe entre la Marina de Guerra y el INPE, el cual tiene vigencia hasta enero del próximo año, muchos se preguntan qué pasará con los sentenciados por terrorismo.

“En este momento no tenemos todas las condiciones adecuadas para trasladar a internos de un perfil criminógeno como los que están en la Base Naval del Callao”, dijo Susana Silva.

“Hay algo que no podemos desconocer como autoridades, tenemos que garantizar que existan las condiciones adecuadas para brindar una seguridad óptima. Y en este momento esta seguridad está pensada en que tiene que darse en este penal que está en proceso de construcción”, agregó refiriéndose al Centro de Reclusión de Máxima Seguridad del INPE, un establecimiento penitenciario que tendrá capacidad para albergar a 24 internos y estará ubicado en una de las alas del penal Ancón I.