Los estrechos pasadizos de estos pabellones nos muestran cómo viven y cómo se las ingenian para burlar la ley, los más peligrosos sentenciados por secuestro, homicidio, robo agravado, tráfico de droga y sicariato.
“De acuerdo a las estadísticas de la geolocalización pudimos establecer que desde este penal se estaban realizando gran cantidad de llamadas extorsivas a diferentes empresarios a nivel nacional. En Lima, Huacho, Trujillo, Huamachuco, Chimbote, Chiclayo, Piura y Tumbes”, explica el coronel PNP Nicasio Zapata, jefe de la Dirección de Secuestros – DIRINCRI.
Recorrimos 8 pabellones de máxima seguridad y entre sus corredores y celdas no queda espacio ni para caminar. Están invadidos con baldes, ollas, mesas, colchones y reposteros.
Las celdas tienen capacidad para 4 internos pero en la realidad, en cada una, cumplen condena más de 15 criminales. El historial delictivo de estos criminales no termina cuando están tras las rejas.
“Comerciantes, profesionales independientes y hasta la pequeña bodega de la calle de la esquina de tu casa, hasta ese empresario llega la extorsión. Demuestras economía y estos sujetos se creen con derecho a quitarte la plata que te ganas de buena forma”, explica Juan Carlos Sotil, Jefe DIRINCRI.
Según Sotil, se han encontrado más de 4 mil números telefónicos en diferentes agendas donde los reos anotan teléfonos ahora nos corresponde establecer cuántos de éstos teléfonos corresponden a víctimas.
Por otro lado, el penal que visitó Punto Final fue construido para 1143 internos, pero hoy entre sus pabellones caminan 4363, es decir, Picsi está a punto de estallar con un hacinamiento que supera el 280% de su población.
“Nosotros realizamos diferentes operativos y también ordinarios dentro de los establecimientos penitenciarios. Al encontrarse o hacerle una incautación actuamos de acuerdo a ley y se comunica al Ministerio Público”, explica el Director Regional INPE Chiclayo.
Solo en el 2018, INPE realizó en este penal 652 operativos y producto de ello 159 internos fueron traslados a penales de máxima seguridad.
Aún con el trabajo que se realiza para neutralizar el negocio de estas organizaciones criminales, resulta urgente implementar un sistema de seguridad que permita detectar el ingreso de celulares. Además, potenciar el sistema de bloqueadores para que estos delincuentes queden aislados de toda comunicación.
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