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El Ministerio Público solicitó el último viernes 35 años de prisión para el expresidente de la República, Pedro Pablo Kuczynski, por el delito de lavado de activos en agravio del Estado. El exmandatario se encuentra actualmente bajo comparecencia con restricciones e impedimento de salida del país.

De acuerdo al requerimiento fiscal, Kuczynski encabezó una organización criminal que habría lavado, entre el 2001 y el 2016, 12 millones 168 mil dólares, a través de empresas vinculadas al propio exjefe de Estado, que habrían brindado servicios simulados a Odebrecht y otras companías.

En el marco de este caso, la Fiscalía tomó las declaraciones de Alejandro Toledo, quien viene cumpliendo prisión preventiva en el penal de Barbadillo. De acuerdo al documento en el que se acusa a PPK, Toledo habló de él desde este centro penitenciario los días 8 y 9 de mayo.

¿QUÉ DIJO ALEJANDRO TOLEDO?

En este diálogo, Toledo Manrique habló del paso de PPK por su Gobierno en el periodo 2001 y 2006, en el que ocupó cargos medulares como el de ministro de Economía y jefe del gabinete de ministros. Asimismo, firmó el decreto supremo con el que se creó Proinversión.

Según la hipótesis fiscal, esta entidad fue usada y controlada por Kuczynski para beneficiar a las empresas brasileñas. La supuesta organización criminal de PPK la conformaron Gerardo Sepúlveda, quien ejecutaba las «asesorías» a nombre de Westfield Capital y First Capital, Gloria Kisis y Denisse Hernández.

«La declaración de Alejandro Toledo (…) expresidente de la República (…) es pertinente porque narra sobre la forma y circunstancia que Proinversión se encontraba bajo la dirección y tutela de Pedro Pablo Kuczynski en su calidad de ministro de Economía y Finanzas. Asimismo, narrará que Kuczynski Godard trajo a Marcelo Odebrecht y Jorge Barata para un saludo protocolar», se lee en el documento.

Toledo negó ante los fiscales tener conocimiento de la existencia de las empresas vinculadas a PPK, que ganaron asesorías con Odebrecht y otras relacionadas a proyectos como el Gas de Camisea o la Interoceánica Sur, las que se vieron beneficiadas con normativas y trato flexible cuando Kuczynski estuvo al frente de cargos importantes en el Estado.