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Varios pasajeros quedaron varados en la ciudad de Trujillo por el paro de transportistas urbanos que inició este lunes desde tempranas horas en rechazo al incremento del precio del combustible.

En un día normal a las seis de la mañana hay regular circulación de combis, microbuses y cústeres en las avenidas Condorcanqui y Nicolás de Piérola; sin embargo, esta mañana se notó una escasez de unidades de transporte público y el fastidio de los pasajeros por la dificultad de no poder llegar a tiempo a sus centros de trabajo. 

En el puente Moche la situación es parecida. Los vehículos que van por la ruta Moche, Salaverry, Miramar y Trujillo escasean. Apenas una que otra combi repleta de pasajeros pasa cada cuarenta minutos y los taxistas aprovechan esta situación para ofrecer sus servicios, pero a un precio que no todos están en la capacidad de pagar. 

Un equipo de Latina Noticias Trujillo que estuvo patrullando las calles de la ciudad desde tempranas horas también comprobó que los vehículos de carga pesada transitan con bastante normalidad y en el puente Moche un grupo de ocho policías fue asignado para proteger a los pasajeros de eventuales actos delictivos.

Transportistas divididos

Los transportistas urbanos de Trujillo están divididos: por un lado, un grupo acata el paro indefinido y exige al Ministerio de Transportes la masificación del GNV y solucionar el alza del precio del combustible porque excede sus gastos.

Por otro lado, otro grupo de transportistas que no acata el paro, —pero que evalúa sumarse a la medida hoy de no llegar a un acuerdo con el alcalde de Trujillo, José Ruíz— pide la nulidad de la ordenanza que dispone la modificación y ampliación de una ruta que une Laredo con Buenos Aires y que beneficia a la empresa de transporte Nueva California. Así están las cosas.