La Unidad de investigación de Latina Noticias conversó con ex trabajadores del despacho de Darwin Espinoza, quienes relataron, en reserva, la manera en que fueron utilizados para recoger firmas para el futuro partido del congresista, Adelante Áncash, a cambio de mantener el puesto de trabajo:
“Nos manda solos o en grupos a las provincias de la zona sierra de la región, y cada uno gasta de su propio dinero, no solo para cubrir sus gastos personales, sino también para comprar gaseosas, galletas, palanas, cosas que tú le puedas ofrecer a la gente y puedan firmar. Ya luego comenzaron a comprar pelotas, ya que resultaba más barato”, señaló uno de los ex colaboradores del despacho del congresista Espinoza.
A continuación, se presentan las reacciones de otros congresistas ante esta revelación.
«A mí no me extraña nada. Sabíamos que es capaz de cualquier cosa pero esto ya no tiene límites… ¿vocero de la bancada y haciendo su partido? Lo único que tienen que hacer es expulsarlo, tienen un reglamento de bancada y ahí está clarísimo, lo tienen que expulsar. Y ahí se termina este tema, fuera de la investigación que tiene que hacer el partido», declaró Maricarmen Alva, congresista de la República.
Señaló que estas acciones del congresista Espinoza, expuestas en Punto Final, configura el «delito peculado por donde lo veas«. Añadió también que el hecho apremia una «expulsión sumarísima» de Darwin Espinoza por parte de Acción Popular.
El congresista Roberto Chiabra de Alianza para el Progreso también fue consultado al respecto y señaló que espera que este tipo de conductas no se le atribuya a todos los congresistas. «Son los mismos que cometen los mismos errores o diferentes errores y se generaliza y es uno de los motivos por el cual tenemos tan baja aceptación en la población«, expresó.
El lunes 25 de marzo, la Unidad de Investigación de Latina registró a Elizabeth Castillo Mejía, asistente del despacho congresal Espinoza y encargada de recopilar en Lima todas las fichas llenas que trae el resto de trabajadores a la capital, llegando en un taxi al Congreso de la República con cajas llenas de planillones. ¿Por qué?
Bueno, para inscribir un movimiento político, se necesita un mínimo de 9,100 personas afiliadas a él: electores que no deben estar inscritos en otro partido, y cuyos datos deben haber sido registrados en las fichas, correctamente. Esa verificación, es la que también se viene haciendo en el mismo despacho del congresista.
Pero, ¿qué herramienta usan para acceder a corroborar los datos de los ciudadanos? Nada más y nada menos que una cedida por el Estado: la base de datos de identidades del Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (Reniec).
Los trabajadores del despacho ingresan al sistema de Reniec, utilizando la cuenta cedida por el Congreso de la República a Darwin Espinoza. Se trata de un usuario, vinculado a su DNI, que permite consultar los datos personales de cualquiera de los 33 millones de peruanos.
Reniec ha informado a Punto Final, de manera oficial, que solo en marzo desde la cuenta de consulta de Darwin Espinoza, se han realizado, escuche bien, 1,851 consultas. Y, en lo que, de este mes, la cifra ya supera las 1,150.
Lo que no sabe Darwin Espinoza, es que las búsquedas hechas en el sistema de Reniec quedan registradas en su archivo. Al Ministerio Público le será muy fácil cruzar las identidades consultadas desde su cuenta, con las que acredite el movimiento político del congresista, para inscribirse
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