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El programa de Latina Noticias Digital, ‘Agente Encubierto’, conducido por el periodista de Punto Final, Rodrigo Cruz, tuvo esta semana como invitado a Eduardo Herrera, abogado penalista, autor del libro «El cerebro corrupto». En la siguiente nota conoce el resumen de dicha entrevista.

Al inicio del programa, Herrera expresó su nostalgia por las audiencias, las cuales no ha experimentado desde hace diez años. «Extraño mucho litigar, especialmente las audiencias», confesó, subrayando su alejamiento de la práctica activa del derecho penal debido a la desilusión con el sistema de justicia.

Herrera decidió renunciar a la vida de abogado litigante, motivado por una combinación de factores. «Fue una mezcla, fue el hartazgo de mi relación con la corrupción, el sistema de justicia, incluso mi relación conmigo mismo. Me tocó en una edad de crisis de mediana edad y todo eso junto me aburrí y dije no más», explicó. Este desencanto lo llevó a reevaluar su carrera y tomar la decisión de distanciarse del litigio.

Sin embargo, el abogado no reniega de su pasado y considera que esos años fueron significativos. «Nadie me quita lo bailado, ya que fue una época cínica», comentó. A pesar de ello, su franqueza al exponer las fallas del sistema le ha valido la etiqueta de traidor entre sus colegas. «Para gran parte del penalismo peruano, soy un traidor por haber contado lo que no se debe contar», señaló. Ante estas críticas, Herrera argumentó: «Yo creo que más traidor es uno que silencia su consciencia».

Durante la entrevista, también reflexionó sobre sus propias transgresiones. «Cuando tú compras la ley, ya no es justicia, ya es merca», admitió, ilustrando la distorsión del concepto de justicia en contextos corruptos.

La posibilidad de reformar el sistema de justicia fue otro tema abordado por el abogado, quien sostuvo que instituciones como la Policía Nacional del Perú (PNP), el Colegio de Abogados y el Jurado Nacional de Justicia deben colaborar para implementar reformas efectivas; sin embargo, señaló un obstáculo significativo: «Cuando alguien quiere proponer una reforma, todos los fiscales e involucrados sacan la palabra autonomía para protegerse».

Herrera también comentó sobre la justificación moral que algunos corruptos utilizan. «Hay mucho corrupto que hace obra social y se excusan en ‘estoy robando, pero también me estoy acordando de los tuyos'», lamentó.

El especialista profundizó en las raíces del problema, señalando que la justicia en Perú está desconectada de la realidad. «La justicia está divorciada de la realidad, lo que es el gran problema del país», afirmó.

Para ilustrar la magnitud del problema, Herrera mencionó que en Perú se emite una norma legal cada seis minutos, en un contexto donde las leyes no se cumplen. «La justicia no es justicia aquí, la justicia es una forma de privilegio social, cuando las personas no ceden», añadió.

Asimismo, criticó la postura de los líderes políticos frente a la justicia. «Es patético que un presidente guarde silencio en una declaración importante, quien debe dar el ejemplo», expresó, concluyendo con una reflexión sombría: «Es muy triste que nuestros presidentes se acostumbren a tener un penalista al costado».

Las palabras de Eduardo Herrera resaltan la urgencia de reformar el sistema de justicia peruano y reflejan su profundo conocimiento y crítica de las prácticas corruptas que lo afectan.

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