Tras el revelador reportaje de Punto Final que evidencia la existencia de una mafia dedicada la compra y venta de artículos de ciencias en el Perú, el Congreso de la República pidió la conformación de una comisión para investigar a investigadores científicos.
En tanto, Concytec ha solicitado a la PCM que apruebe la tabla de sanciones para los investigadores bamba o falsos. Y cientos, cientos de mensajes llegaron por redes sociales, donde se denuncia a más profesores que integraban esta «granja».
José Luis Arias era uno de los miembros de este grupo de WhatsApp. Este «investigador» tenía decenas de investigaciones en coautorías con profesores del medio oriente. Al revisar su última publicación, figuraba como docente de la Universidad César Vallejo, filial Trujillo.
Con apenas 32 años, Arias tenía en su haber 73 publicaciones, pergaminos de un prestigioso y renombrado investigador científico. En esta casa de estudios, el profesor Arias impartía metodología de investigación desde setiembre.
En palabras del vicerrector de Investigación de la UCV, Jorge Salas, Arias fue separado debido a las sospechas por la venta de coautorías. «La universidad no ha financiado ni ha reconocido investigación por este señor», manifestó.
En una de las publicaciones hechas por Arias, aparece como coautor Juan Carlos Cotrina Aliaga, quien también era docente de la UCV. Salas aclaró que ambos ingresaron al mismo tiempo a laborar como docentes en esta institución.
Luego de la difusión de la investigación, se creó un nuevo grupo, el cual es administrado por Violeta Orosco Gavilán, relacionada con uno de los coautores de Arias, Juan Carlos Orosco Gavilán.
Asimismo, entre los coautores de Arias, también aparece Bernardo Céspedes Panduro. Él emerge como coautor en la carta de aceptación de la investigación científica que se adquirió para la investigación. En ese documento figura como docente de la Universidad Privada del Norte.
Dicha casa de estudios comunicó que se dispuso la suspensión de Céspedes de sus labores como docente y han solicitado a Scopus, una base de datos de referencias bibliográficas y revistas científicas, que retiren los artículos indexados.
En el Perú, un docente se puede convertir en científico, no solo con investigaciones de ciencias. También lo puede hacer con patentes, es decir, que Indecopi lo reconozca como autor o coautor de un invento.
Punto Final ha podido dar cuenta que las patentes en el Perú han aumentado, con casos de supuestos coautores con licenciatura o maestrías en educación, aparecen como coautores de inventos como herramientas de excavación, brochas contra goteos, carros de agua con sistema de elevación, entre otros.
El presidente de la Comisión de Ciencia y Tecnología del Congreso, Carlos Zeballos, mencionó que se solicitará incluir en investigación a estas presuntas patentes manipuladas. Si conoce más casos sospechosos puede informar a la comisión de Ciencia, Innovación y Tecnología del Congreso enviando un correo a cciencia@congreso.com.pe.
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