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Durante la audiencia frente a los magistrados de la Junta Nacional de Justicia (JNJ), Patricia Benavides, suspendida fiscal de la Nación, emitió una defensa contundente y apasionada en contra de las acusaciones que la vinculan con una presunta organización criminal. Con una postura firme y decidida, Benavides rechazó categóricamente las imputaciones en su contra, declarándose inocente y manteniendo su frente en alto.

En un intento por desacreditar el proceso disciplinario que la llevó a la suspensión por más de cuatro meses, la fiscal denunció la falta de fundamentos constitucionales y legales en su contra, señalando la presunta manipulación de pruebas, específicamente unos chats de WhatsApp presentados en su contra.

Benavides no solo defendió su inocencia, sino que también cuestionó vehementemente la rapidez con la que se llevó a cabo el proceso disciplinario, argumentando que se vulneraron sus derechos al debido proceso y a la defensa.

Finalmente, en un llamado a la conciencia de los miembros de la JNJ, Benavides solicitó la reversión de lo que calificó como un «hito nefasto» en la historia de la administración de justicia, buscando restaurar su reputación y su integridad como fiscal.