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La ivermectina es un medicamento antiparasitario que se usa para tratar diversas enfermedades en animales, causadas por gusanos, piojos o sarna. Sin embargo, en los últimos tiempos, se ha difundido la falsa creencia de que este fármaco también puede prevenir o curar el dengue y el covid-19, dos enfermedades virales que no tienen nada que ver con los parásitos.

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Destacamos esta información porque los casos de dengue están en aumento en el país y, una vez más, muchos aseguran que la ivermectina combate el dengue. Una vez más: ESTO ES FALSO.

El dengue es una enfermedad transmitida por la picadura de mosquitos infectados con el virus del dengue. Los síntomas más comunes son fiebre, dolor de cabeza, dolor muscular y articular, erupción cutánea y sangrado. El dengue puede complicarse y causar un cuadro grave que puede ser mortal, llamado dengue hemorrágico.

El covid-19 es una enfermedad causada por el nuevo coronavirus SARS-CoV-2, que se transmite por contacto estrecho con personas infectadas o por gotículas respiratorias. Los síntomas más frecuentes son fiebre, tos, dificultad para respirar, pérdida del olfato y del gusto. El covid-19 también puede provocar una forma grave que puede afectar a varios órganos y causar la muerte.

¿Por qué la ivermectina no sirve para el dengue ni el covid-19?

La ivermectina actúa sobre los parásitos al interferir con su sistema nervioso y muscular, provocando su parálisis y muerte. Sin embargo, este mecanismo de acción no tiene ningún efecto sobre los virus, que son partículas muy diferentes a los parásitos y que requieren de células vivas para replicarse.

No hay ninguna evidencia científica que respalde el uso de la ivermectina para el tratamiento o la prevención del dengue o del covid-19. Por el contrario, hay varios estudios que han demostrado que la ivermectina no tiene ningún beneficio clínico para estas enfermedades, ni reduce la mortalidad, ni la gravedad, ni la duración de los síntomas, ni la carga viral.

Además, el uso de la ivermectina para el dengue o el covid-19 puede ser peligroso, ya que puede causar efectos secundarios como náuseas, vómitos, diarrea, mareos, somnolencia, alergias, daño hepático o interacciones con otros medicamentos. También puede generar una falsa sensación de seguridad que lleve a las personas a descuidar las medidas de prevención, como el uso de repelente, el control de los criaderos de mosquitos, el distanciamiento social, el uso de mascarilla y el lavado de manos.

¿Qué se debe hacer ante el dengue o el covid-19?

Ante la sospecha de dengue o covid-19, lo más recomendable es acudir al médico para recibir un diagnóstico adecuado y un tratamiento oportuno. No se debe automedicarse ni seguir consejos de fuentes no oficiales o no confiables.

Para el dengue, no hay un tratamiento específico, solo se pueden aliviar los síntomas con analgésicos, antipiréticos, hidratación y reposo. Se debe evitar el uso de aspirina o antiinflamatorios, ya que pueden aumentar el riesgo de sangrado. Se debe estar atento a los signos de alarma, como dolor abdominal intenso, vómitos persistentes, sangrado o dificultad para respirar, que pueden indicar una complicación grave.

Para el covid-19, tampoco hay un tratamiento específico, solo se pueden aliviar los síntomas con analgésicos, antipiréticos, hidratación y reposo. Se debe evitar el contacto con otras personas para no contagiarlas y seguir las indicaciones del médico. Se debe estar atento a los signos de alarma, como dificultad para respirar, dolor en el pecho, confusión o coloración azulada de los labios o el rostro, que pueden indicar una complicación grave.

La mejor forma de prevenir el dengue y el covid-19 es adoptar las medidas de prevención recomendadas por las autoridades sanitarias, como el uso de repelente, el control de los criaderos de mosquitos, el distanciamiento social, el uso de mascarilla y el lavado de manos. También se debe participar de las campañas de vacunación cuando estén disponibles y accesibles.

La ivermectina no es la solución para el dengue ni el covid-19. No se deje engañar por informaciones falsas o sin fundamento. Consulte siempre a su médico y confíe en las fuentes oficiales y confiables.