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Arda Turan, futbolista turco del Istanbul Basaksehir, lo pensará dos veces antes de reaccionar en un partido de fútbol, pues una muestra de ira le ha costado ser objeto de la una de las sanciones más duras en el fútbol europeo. El último viernes, cuando su equipo enfrentaba al Sivasspor, el empate del rival iba a caer en el minuto 92 y los ponía a tres puntos del líder, por lo que la rabia dominó el pensamiento del volante.

 

En una jugada donde el ex Barcelona desbordaba por la banda izquierda, fue derribado a pocos metros del juez asistente, quien no consideró el hecho como una infracción y se limitó a cobrar un saque lateral. La indignación del jugador ante la decisión lo llevo a ponerse de pie rápidamente, encarar al árbitro Ugurlu de forma acalorada y finalmente empujarlo para darse la vuelta. La acción fue castigada de forma inmediata con una tarjeta roja por el juez principal, pero muchos esperaban una sanción más dura, pues se agredió a un árbitro.

 

Por estos incidentes, la Federación Turca de Fútbol (TFF) ha decidido imponerle una sanción ejemplar y una fuerte multa económica. La ex figura del Atlético de Madrid ha sido suspendida por 10 partidos por agresión al juez de línea, tres más por insultos posteriores y otros tres por amenazas realizadas después. El total del castigo alcanza así la cifra récord de 16 encuentros, a lo que se suma la multa de 39.000 liras turcas (unos 7.700 euros).

 

 

 

Se complica la situación

 

El empate conseguido por el Sivasspor compplica seriamente las posibilidades del Basaksehir para conseguir el título de la liga otomana, donde se ubica actualmente a tres puntos de distancia del Galatasaray, a dos fechas del final del torneo.

 

Arda Turán llegó en calidad de préstamo al Basaksehir en el mes de enero, después de su complicado paso por Barcelona, donde no contó con muchos minutos. El turco busca revivir su carrera y alcanzar el nivel mostrado cuando fue principal referente del Atlético de Madrid.