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La final de la Copa de Río sub 20 entre Fluminense y Vasco da Gama terminó de la manera menos pensada, pues no solo el tricolor resultó vencedor por 5 a 3, sino que el encuentro derivó en una batalla campal, gracias a un gol peculiar, que para muchos es una falta de respeto por parte de Samuel.

 

Ya en los últimos minutos del partido, el equipo tricolor se encontraba por arriba en el marcador por 4 a 3, cuando luego de una jugada de ataque para el Vasco, un rápido contragolpe del “Flu” dejó al juvenil frente al arco y sin portero, por lo que se tomó el tiempo de realizar un peculiar baile antes de anotar.

 

Inmediatamente, un jugador rival corre sobre él para agredirlo por considerar el hecho como una provocación, pero desiste al ver que todos los compañeros del autor del gol van a abrazarlo. Sin embargo, al abrirse la toma, se observa que todo el equipo rival viene corriendo desde muy lejos para alcanzar a Samuel. A partir de allí se desató una batalla campal entre ambas escuadras y unos pocos aficionados que lograron colarse en el campo.

 

Titulares y suplentes no fueron suficientes para resolver la pelea, tampoco los delegados de ambos clubes. Sólo la hinchada local, muy molesta por la derrota, logró disolver la trifulca con su invasión a la cancha.

 

 

No pudieron celebrar

 

Los jugadores del Fluminense, al verse arrinconados, tuvieron que dejar el campo de juego por una puerta lateral e ingresar al vestuario por los estacionamientos del estadio. Allí permanecieron por un buen rato, mientras el trofeo era escondido y se esperaba que las cosas se apacigüen, para luego de unas horas salir a celebrar el campeonato.

 

Luego de todo lo sucedido, el técnico del tricolor sub 20, Leo Percovich, dio a conocer que su jugador sería sancionado por la provocación que terminó manchando la final de la Copa.