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Hakan Şükür fue una de las figuras más relevantes del Mundial de Japón – Corea 2002. El atacante nacido en Adapazarı, no solo fue gran responsable de que su selección sea la sorpresa de aquella Copa del Mundo, sino que también marcó el gol más rápido de la historia de los mundiales. Sin embargo, 16 años después, Hakán ya no vive en Turquía ni está ligado al fútbol. Su vida dio un giro de 180 grados, al punto de no poder volver a su país, y de atender en una cafetería para ganarse la vida.

 

Luego de romperla en Cora y Japón, en donde Turquía logró el tercer lugar, Şükür jugó 6 temporadas más como futbolista profesional.  Fue goleador histórico de su selección y sus últimos años los militó en el Galatasaray de su país. Luego, decidió tomar otros caminos e inició una carrera en la política. En 2011 ingresó al Parlamento turco por la formación política AKP, partido del actual presidente Tayyip Erdogan. Sin embargo, tres años después renunció al verse envuelto en escándalos de corrupción.

 

 

Emigró a Estados Unidos en el 2015, y en ese año, un intento de golpe de estado sacudió el gobierno de Turquía.  Tayyip Erdogan culpó la oposición y al exdelantero del Inter de Milán, de ser los artífices intelectuales  del atentado. Hakan Şükür no se quedó callado y ante tales acusaciones, insultó al presidente turco a través de las redes sociales. Este hecho le ocasionó una orden de arresto en su contra, por lo que actualmente no puede regresar a su país.

 

“La oscuridad no dura para siempre. Confío en que un día regrese la luz. Hubiera tenido una buena vida si hubiera hecho lo que el gobierno quería. Han controlado a los medios para manipular la percepción que tiene la gente sobre mí. Tal vez un día regrese, pero por ahora vendo café», comentó el exfutbolista a The New York Times.

 

Şükür y su apego al fútbol

 

A pesar de que hace 7 años colgó los chimpunes, Şükür aún está de cierta manera ligado al fútbol. El exgoleador de la selección turca participa constantemente en campeonatos amateurs con el equipo de su distrito. Incluso, a pesar de tener su propio negocio, el exatacante aseguró que le gustaría montar su propia academia en donde trasladar todos sus conocimientos a los más jóvenes.

 

 

“Por el momento hay un par de inversores. Pero ahora la gente tiene miedo de ser vista conmigo. Estoy dispuesto a trabajar con inversores y deportistas estadounidenses. Siento que puedo contribuir. Tengo muchas redes, en Europa y en el mundo. Creo que puedo contribuir mucho», explicó.