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Ha viajado a más de 20 países del mundo representando a Perú y nunca fue tan feliz como lo es ahora en Japón. Daniela Macías ya se encuentra en la Villa Olímpica y, mientras observa el desplazamiento de los autobuses autónomos dentro de la ciudad deportiva, cuenta las horas para debutar oficialmente en sus primeros Juegos Olímpicos.

La badmintonista nacional tendrá que enfrentarse, el viernes 23 de julio, en el Grupo D ante la tailandesa Busanan Ongbamrungphan, en la Plaza Deportiva Musashino Forest, sede que ya reconoció hace unos días junto al entrenador principal de la selección, Francisco Álvarez.

“No quiero que se acabe esta experiencia. Me siento en un buen momento. Me toca competir contra deportistas muy buenas y daré lo mejor que tengo. Siento un orgullo gigante por representar a mi país. Me doy cuenta de que todos los sacrificios que hice han dado frutos. Hay momentos en los que uno quiere tirar la toalla, pero siempre está el apoyo de la familia. Ellos me empujan a sacrificarme y a ser disciplinada. No importan cuantas veces te caigas al piso, hay que levantarse”, afirma desde Japón.

Aunque ahora disfruta del sueño olímpico, Daniela Macías recuerda lo duro que fue alcanzar la clasificación a Tokio 2020. Según refiere, aprendió a repartir su tiempo entre las clases virtuales de Administración y los entrenamientos presenciales en el Polideportivo 2 de la Villa Deportiva Nacional, administrado por el Proyecto Especial Legado.

“Gracias al Polideportivo 2, estoy en unas olimpiadas. No teníamos donde entrenar y nos conformábamos con las canchas mal hechas en el Estadio Nacional. El Bádminton ahora tiene una casa, donde tenemos un gimnasio solo para nosotros, es increíble. He viajado por muchas partes del mundo – entre África, Europa, Sudamérica, Centroamérica – y nuestro coliseo es el mejor”, agrega.

A sus 23 años, la deportista confía en regalarle una medalla al país. Estuvo cerca de lograrlo en los Juegos Panamericanos Lima 2019, junto a su pareja Danica Nishimura, con la perseverancia que las caracteriza.

“Comencé a los 7 años en el Bádminton y a los 9 me convencí de quedarme en este deporte, cuando logré salir campeona del Panamericano de menores realizado en México. En ese momento, dejé el Ballet y la Natación, convirtiéndome en el orgullo de mi familia. Mi mamá fue nadadora olímpica en Los Ángeles 1984 y he seguido sus pasos, pero con mi deporte”, señala.

Mientras conoce cada rincón de la Villa Olímpica de Tokio 2020, Daniela Macías sueña con ver más jóvenes talentos profesionalizarse en el Bádminton, para que nuestro país se convierta en una potencia mundial.

“Mientras mis amigos dormían, yo realizaba mis tareas, porque entrenaba todo el día. He sabido administrar mi tiempo para cumplir con todos mis objetivos. Mi consejo para los jóvenes, como yo, es que el deporte y el estudio pueden ir de la mano”, asevera.