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A pesar de la enorme distancia, el frío congelante y el tiempo de viaje, el árbitro inglés Martin Atkinson demostrará que es posible lograr cosas sorprendentes cuando existe una voluntad y motivación positiva. En este caso, el árbitro de 47 años recorrerá más de 3000 kilómetros en bicicleta, distancia entre las ciudades de Staffordshire y Kaliningrado, para llegar al Mundial Rusia 2018.

 

El motivo principal que lleva al británico a realizar esta hazaña es ayudar a la ONG Whistle Stop Tour, que lo ha escogido como imagen para una campaña que recaudará dinero para cuatro hospitales. Atkinson partió el 11 de junio, teniendo por delante un recorrido que le tomará 17 días, planeando llegar el 28 de junio, fecha en que Inglaterra enfrentará a Bélgica.

 

Esta sacrificada acción llamó tanto la atención del público, que antes de iniciar el viaje ya se habían recaudado 69 millones de dólares, faltando sólo once para alcanzar la meta trazada. Hace dos años recorrí los 20 estadios de la Premier en bicicleta. Fueron alrededor de 1,600 kilómetros, así que estoy preparado», señaló el referí.

 

 

 

Un reto personal

 

Además de la voluntad para ayudar, un motivo singular ha despertado en Atkinson el deseo de realizar la gran hazaña, pues es la primera vez desde el Mundial Francia 1938 que sólo un árbitro inglés participará de la Copa del Mundo. A pesar de realizar un gran esfuerzo por llegar, el juez de la Premier League no será parte del torneo.

 

“El trabajo de los jueces ingleses en la última década es intocable. Que no haya ninguno en el Mundial no quiere decir que el nivel haya bajado”, afirmó el reconocido juez de fútbol.