Una familia de Sarasota (Florida, Estados Unidos) quedó impávida el pasado viernes cuando encontró a un enorme cocodrilo de más de tres metros mientras nadaba en la pisicina de su casa.
La pareja dormía cuando escuchó unos ruídos raros durante la madrugada. Finalmente se percataron de la presencia del gigantesco reptil.
«Abrió la cortina y abrió la cabeza de un cocodrilo; dijo: «¡Llama al 911, llama al 911!», declaró Patricia Carver a una cadena local de televisión.
De inmediato la policía llegó al domicilio y descubrió que el animal ingresó a la casa rompiendo un protector contra mosquitos. Finalmente llamaron a un cazador de cocodrilos para retirar al animal.
En Florida es casi habitual estas apariciones de grandes cocodrilos, lo que mantiene en alerta a vecinos y autoridades.
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