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Lo ocurrido en la pista de aterrizaje del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez ha dejado un impacto devastador, especialmente en el sector turístico, con pérdidas económicas estimadas en aproximadamente 5 millones de dólares, según la Cámara Nacional de Turismo (Canatur). Este incidente ha dejado a unos 10,000 viajeros varados en el aeropuerto, quienes se vieron obligados a asumir costos adicionales debido a la interrupción inesperada de sus planes de viaje.

Las repercusiones de este suceso van más allá de las cifras financieras. El daño reputacional para el país también es significativo, lo que podría tener efectos a largo plazo en la industria turística peruana. Aunque se ha estimado el costo directo de las pérdidas económicas, aún existen costos relacionados difíciles de calcular, lo que subraya la gravedad de la situación.

De los 10,000 pasajeros afectados, la mayoría eran nacionales, lo que demuestra que este incidente ha afectado no solo a los visitantes extranjeros, sino también a los propios ciudadanos peruanos. Este hecho plantea preocupaciones adicionales sobre la capacidad del aeropuerto para manejar crisis y garantizar la satisfacción de los viajeros.

El impacto económico del turismo es crucial para la economía peruana. Según datos del Banco Mundial, un turista gasta en promedio alrededor de $95 dólares diarios en Perú. Extrapolando esta cifra, las pérdidas financieras resultantes del apagón representan una pérdida considerable de ingresos para el país, además de los costos adicionales que enfrentaron los viajeros afectados.

Es preocupante observar que este no es un incidente aislado en el Aeropuerto Jorge Chávez. En abril de 2022, una huelga de operadores aéreos resultó en una situación similar, dejando a otros 10,000 pasajeros sin poder viajar en sus fechas previstas. En esa ocasión, las pérdidas económicas fueron aún mayores, ascendiendo a 10 millones de soles, según los cálculos de Canatur.

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