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El personal de EsSalud llevó momentos de alegría, especialmente a aquellos bebés que, debido a sus males congénitos, no han podido ser dados de alta desde su nacimiento por el riesgo que esto conlleva para su salud.

Ellos también tuvieron una linda víspera navideña. Los niños y bebes hospitalizados en el área de pediatría del hospital Almenara recibieron regalos, la visita de Papa Noel y personajes mágicos de la navidad.

El doctor Daniel Choquimaqui, jefe de cirugía pediátrica del Hospital Almenara, explicó que más de 1100 niños fueron operados de emergencia en lo que va del año, y otros mil ingresaron al quirófano para operaciones programadas.

«En el área de cirugía pediátrica atendemos principalmente patologías de malformaciones digestivas y casos oncológicos, cubrimos las atenciones en el tópico de emergencia las 24 horas, los 365 días del año, con dos cirujanos y un traumatólogo pediátrico. Asimismo, tenemos un especialista de guardia en el área de cuidados intermedios y otro en el área de hospitalización, que vigila la recuperación de nuestros pequeños pacientes», añadió.

UNA LINDA NAVIDAD

Son muchos los menores que están internados en área de Pediatría, como es el caso de Thiago, de tan solo 5 meses de nacido, llegó a este mundo prematuramente y permaneció en una incubadora del área de neonatología del Hospital Almenara. El área de cirugía pediátrica se convirtió en su segundo hogar, debido a una atresia esofágica que no le permite lactar y por lo cual debe ser alimentado a través de una sonda.

Su madre, Janet Ríos, renunció a su trabajo, dejó su casa y permanece al lado de su único hijo. El universo de Thiago son los brazos de su progenitora y el personal del hospital Almenara que lo cuida y acompaña en esta primera Navidad.

“Mi vida cambió por completo, dejé mi trabajo, mi casa, mi familia, y el hospital Almenara se convirtió en mi segundo hogar. Médicos, enfermeras, todos son nuestros ángeles porque también nos apoyan emocionalmente”, nos cuenta conmovida Janet.

“Estoy muy emocionada con el detalle que nos han traído, nos alegran en medio de la angustia que vivimos al ver a nuestros hijos enfermos. Esta felicidad se la transmitimos a nuestros bebes”, agradeció Janet.

Mateo, cuyo nombre significa “gran regalo de Dios”, también es hijo único, tiene 6 meses, pero da pelea como un gigante. Ya fue operado 4 veces debido a la atresia ileal que lo aqueja, una malformación intestinal que afecta su crecimiento y nutrición.

“Es muy difícil vivir en un hospital, pasar aquí fechas especiales, cumpleaños, aniversarios y ahora, la Navidad. Pero la sonrisa de nuestros hijos es el mejor regalo. Creo en Dios y sé que los doctores nos acompañan. La recuperación de nuestros hijos no se lograría sin ellos”, señala María Cotrina, madre de Mateo.

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