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Actualmente, siete de cada diez mujeres que usan el transporte público son víctimas de acoso sexual. En un reciente caso, la Fiscalía de la Nación logró conseguir la prisión preventiva por nueve meses contra un hombre de 40 años, acusado de tocar de forma indebida a una menor de edad en un bus de transporte público.

Fortunato Gallegos Andrade fue detenido el 15 de junio, luego de que los pasajeros lo retuvieron tras escuchar los gritos de la estudiante universitaria de 17 años.

La fiscalía presentó pruebas contundentes que sustentan la acusación y demuestran su vinculación con el delito. La magnitud de la pena, que superaría los cuatro años de prisión, también fue un factor determinante en la decisión de dictar la prisión preventiva. Esta medida asegura que el acusado no pueda eludir la justicia y evita la posibilidad de que siga cometiendo actos de acoso sexual.

¿QUÉ HACER EN CASO DE ACOSO SEXUAL EN EL TRANSPORTE PÚBLICO?

La persona que ha sido acosada debe informar inmediatamente al conductor, lo cual es crucial en este proceso, puesto que es responsabilidad del conductor notificar a los pasajeros sobre la denuncia y detener el vehículo. 

A pesar de las quejas que puedan surgir, es fundamental que se atienda la denuncia de la víctima. Una vez el conductor estaciona el vehículo, debe llamar al número de emergencia 105 y reportar a la Policía Nacional sobre la situación.

Además, si en el camino se encuentra con un inspector de la Autoridad de Transporte Urbano (ATU) o un miembro del serenazgo, se puede solicitar su apoyo para que ayuden a la víctima y conduzcan al agresor a la comisaría para presentar la denuncia.

Una vez en la dependencia policial, la víctima debe presentar la denuncia, pero esto no marca el final del procedimiento. Las comisarías cuentan con el Centro de Emergencia Mujer, donde se brinda asistencia legal y psicológica a la víctima para dar seguimiento y continuidad al proceso de denuncia.