De pequeños, vemos a nuestros padres en todo su esplendor. Nos sentimos seguros en sus brazos. Ante cualquier peligro, corremos hacia ellos y sentimos que nada nos pasará. Incluso, no nos damos cuenta de cómo los años van pasando, de aquellos cambios físicos que atraviesan nuestros progenitores.
Fernando Braschi fue entrevistado por su hija, Maritere Braschi, periodista de Latina Noticias. En esta conversación, Fernando de 87 años, recordó aquellos momentos que lo llenaron de felicidad junto a su hija, familia y amigos. Episodios que atesora en su memoria y que comparte con los seguidores de Latina Noticias en la campaña #GrandesAmigos.
«Yo era capitán del equipo de tiro de la escuela de ingenieros. Fui campeón nacional (de tiro) de la categoría del año 58», inicia Fernando, quien recuerda aquellas épocas en las que su puntería era admirable.
La cocina es una pasión que lleva en la sangre, pues desde pequeño, revela que junto a su padre realizaban las compras necesarias para preparar la comida. Escoger cada insumo es una de las actividades que aún preserva. «La carne es celosa», asegura.
Maritere le recordó algunos pasajes de su infancia. Su padre tiene presente aquella primera vez en que su hija lo sorprendió.
«Te íbamos a mirar cuando estabas en la cama. Y de repente ‘ya se despertó la bebé’, avisamos. Tú aprendiste eso y un día de repente (preguntamos) ¿qué suena? Eras tú que decía ‘ya se despertó la bebé’. Entonces aprendiste a hablar rápido», narró el padre de la periodista.
A pesar de ser un hombre con mucho temple y fuerza, la pandemia terminó por volverlo vulnerable, tal como sucedió con muchas personas de la tercera edad. Ante la pregunta de Maritere, de cómo pasó la pandemia, su padre respondió lo siguiente:
«La pandemia nos arruinó a un montón de gente de mi edad. Por ejemplo, yo dentro de poco voy a cumplir 88 años y viendo la foto de colegio, quedamos pocos sobrevivientes […] Nos hizo bastante daño», recuerda el excampeón nacional de tiro.
La falta de movimiento en épocas pandemia fue una de las preocupaciones más presentes para Fernando porque sintió que lo privaron de aquellas actividades que le gustaba realizar. Ahora su gran compañero es su vehículo, con el que se moviliza para todos lados.
La familia tiene un gran significado para Fernando. Imaginarse sin hijos, ni nietos, sería una situación fatal, tal como él mismo lo cataloga.
«El que no tiene nietos o no tiene hijos, fatal. Anímicamente, debe ser muy malo […] Hay familias que no son tan unidas y eso también afecta. He visto compañeros míos abandonados que están pasándola mal porque sus hijas lo tienen botados ahí en una esquina», añade Braschi padre, quien además resalta el valor de tener el afecto de sus hijos.
Ante la consulta de Maritere sobre qué le diría a los jóvenes que aún tienen a sus padres, Fernando deja un claro mensaje.
«[…]No descuiden a sus padres que, en algún momento, dieron todo por ellos y no siempre son reconocidos de la misma manera… El padre siente ese afecto y le hace bien. Le da un bienestar», aclara el también ingeniero.
La Navidad para él es especial, es pasarla con la familia, rodeado de ese afecto que lo llena de vitalidad y energía. Fernando resalta que el vínculo que debe forjarse entre padres e hijos es el de grandes amigos.
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