Los serenos Saúl Ortiz y Lucero Castro trabajan vigilando las calles de Chorrillos y Villa El Salvador, respectivamente. Conozcamos más sobre sus labores en la siguiente nota.
Hace una semana, el sereno Saúl Ortiz participó en una persecución a tres delincuentes que fueron descubiertos cuando intentaban robar a unos distribuidores de bebidas en el distrito limeño de Chorrillos. Los ladrones, que estaban armados, dispararon contra Ortiz y sus compañeros; sin embargo, fueron reducidos.
Ortiz terminó con dos impactos de bala que, providencialmente, cayeron sobre el chaleco antibalas que llevaba puesto. “Si no tuviera chaleco, otra hubiera sido la historia. Nos han querido matar para no seguir con la persecución, me cayeron dos balas. Yo seguí con la persecución hasta el último. En ese momento pensé en mi hija, en mi madre”, señaló.
Este joven de apenas 20 años tiene 8 meses como sereno y vigila diariamente las calles de este distrito. Sabe que su trabajo es de alto riesgo, pero lo impulsa su espíritu de superación y el amor a su familia.
“Por mi labor veo robos, asaltos, manos armadas y uno tiene que estar preparado para lo que sea. Ya he atrapado a 6 delincuentes, me siento tranquilo porque le doy tranquilidad a los vecinos”, agregó Ortiz, quien, además, como muchos otros serenos del país, no se ha librado de recibir amenazas de muerte.
Durante el desarrollo de este informe, surgió una operación policial y Ortiz y sus compañeros tuvieron que ir de inmediato para brindar apoyo. La Policía intervino a ocho colombianos presuntamente miembros de una banda que se dedicaba a al delito del “gota a gota”.
El 28 de junio de este año, una mujer llegó desesperada a un puesto de serenazgo en Villa El Salvador. Clamaba auxilio por su nuera que había empezado labores de parto, Lucero Castro, agente de serenazgo de ese distrito, cogió su maletín de primeros auxilios y corrió para ayudar.
“Se acercó una señora, desesperada, pidiendo auxilio, diciendo mi nuera está a punto de dar a luz, ha roto fuente, cogí mi equipo de primeros auxilios y corrí. Yo le dije relájese. Por ello, su temple y fortaleza ayudaron a traer una nueva vida al mundo”, expresó Lucero Castro, serena de VES.
Ella ingresó al equipo de serenazgo del distrito limeño de Villa El Salvador en 2019 y, un año después, se tituló como técnica en enfermería. “Me motivan mis hijos dar ejemplo a mis hijas y todo me gusta. Son dos trabajos que me encantan. Ya quiero que llegue el día de estar acá”.
Con su 1.50 metros de estatura, esta valiente mujer también le ha hecho frente a la delincuencia. Ha participado en decenas de operativos, incluso exponiendo su vida. “Recuerdo que en un operativo a mi compañero le cayó y le rompieron la pierna. Nos tiraron piedras y palo, si no me cubro me caía a mí”, recordó.
Lucero y Saúl son dos de los más de 32 mil serenos que trabajan en todo el país, resguardando la seguridad y tranquilidad de las calles de sus distritos y apoyando a la Policía Nacional en la lucha contra la delincuencia.
Una lucha frontal y sacrificada que, en lo que va del 2023, ha cobrado la vida de 10 serenos, entre ellos, la de Luis Manrique Pizarro, quien fue cobardemente asesinado por el ‘Maldito Cris’, sicario que terminó abatido en una intervención policial.
Estos son serenos por elección y su trabajo cobra hoy especial relevancia, frente a esta ola de inseguridad ciudadana que todos buscamos frenar.
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