La Policía Nacional del Perú ha logrado la captura de sus líderes y los delincuentes ya han sido trasladados a penales de máxima seguridad.
Vestidos con uniformes de un rojo intenso, un color que simboliza no solo la advertencia, sino también la marca de su alta peligrosidad, estos detenidos que avanzan con grilletes, esposados y escoltados, formando parte de una red delictiva que ha sembrado el terror en la ciudad.
Estos delincuentes son considerados los rostros de la extorsión y de la explotación sexual que sume a miles de mujeres en el más profundo de los abismos.
Estos hombres serán trasladados en medio de un contingente policial a una cárcel de máxima seguridad, donde cumplirán 32 meses de prisión preventiva como integrantes de la banda criminal de nacionalidad venezolana, La Dinastía Alayón.
Con la caída de esta banda criminal, socios estratégicos en los delitos de extorsión, sicariato y trata de personas de ‘Los Gallegos’ la hegemonía de las bandas de nacionalidad venezolana perdió fuerza cuando la policía capturó a sus principales líderes. Esto generó una guerra interna entre bandas de nacionalidad venezolana. La advertencia era clara: si alguien intentaba tener el dominio de las plazas de Lince, San Juan de Lurigancho y San Juan de Miraflores, tenía que pagar.
Estas organizaciones peruanas, cuyos cabecillas están tras las rejas en penales de máxima seguridad, vieron en los remanentes de la banda venezolana una oportunidad para expandir sus dominios.
Y, en las calles, las huellas de esta conspiración se hacen cada vez más visibles.
«Existe una alianza, se sabe que estos rezagos de Los Gallegos con algunos grupos criminales como puros hermanos sicarios, la Dinastía Alayón, con el líder de los Malditos de Bayobar», señaló el coronel Revoredo, Jefe de Homicidios.
Un video mostraba a un delincuente apuntando con su arma desde un vehículo en marcha a los locales de emprendedores en la zona comercial de Villa El Salvador, es parte de una modalidad criminal que ha afectado a miles de fabricantes de muebles.
«Me pidieron 120 mil soles, yo estaba fuerte, pero comenzaron a llamar a mi señora y también la amenazaban con matar a mis hijos», relataba el microempresario. «Me comenzaban a rondar carros con lunas polarizadas, motos lineales, daban vueltas y me llamaban diciendo que estaban rondando».
Este emprendedor de Villa El Salvador, se preparaba para potenciar su pequeña empresa para la campaña navideña. A pesar de la desaceleración en las ventas, su entusiasmo lo motivaba a seguir luchando por el crecimiento de su negocio.
En la estructura criminal de ‘Los Gallegos’, José Parrilli Araujo, figura como uno de los sicarios que había impuesto el terror en medio de las zonas comerciales de Villa El Salvador y San Juan de Miraflores. «En Venezuela, tiene antecedentes por receptación y robo agraviado, es un prontuario, ingresó legalmente a nuestro país», cuenta el coronel Jorge Carpio, quien es Jefe de la División de Extorsiones.
Este delincuente, según la DIRINCRI, grabó y envió videos amenazantes al empresario mobiliario exigiéndole el pago de 120 mil soles. El trabajo de inteligencia de los investigadores antisecuestros logró la captura de alias ‘Bali’. «Se trata de la misma persona, José Manuel Parrilli Araujo, alias ‘Bali’, acepta que es portador de un fusil. Acepta también su participación en esta actividad criminal«, agregó Jorge Carpio.
La oscura historia de «Los Gallegos» en nuestro país tuvo su inicio en el año, 2019 cuando Isaac Hilario conocido en el mundo del proxenetismo peruano como el CHOLO ISAAC se asoció con el líder de una mafia venezolana, identificado como José Luis Rodríguez alias MAMERA.
La sociedad criminal tenía como objetivo recaudar miles de soles explotando a mujeres peruanas y venezolanas en Lince, pero después de varios meses de sociedad, Hilario fue asesinado, y los delincuentes peruanos fueron desplazados.
Ese negocio ilícito, que logró recaudar más de 2 millones de soles en solo un año, desató una serie de crímenes que luego permitió la captura de los principales rostros de la sociedad criminal entre ‘El Tren de Aragua y ‘Los Gallegos’.
Cuando la hegemonía de las bandas venezolanas se desvaneció, según la división de homicidios de la DIRINCRI, el delincuente peruano Eddy Valencia Maldonado, alias ‘Chavo’, líder de la organización de proxenetismo peruana ‘Los Vikingos’, tomó el control en la zona de Risso en el distrito de Lince.
Carlos Guevara Espinoza fue detenido por la policía. Guevara, según las investigaciones, es miembro de la organización criminal ‘Los Escorpiones’. Los remanentes de ‘Los Gallegos’ al quedarse sin líderes, buscaron alianzas para mantener su poder, enfrentándose a bandas venezolanas como la Cota 905, ‘Puros Hermanos Sicarios’ y ‘Los Hijos de Dios’.La sociedad con organizaciones peruanas se extendió desde Lince hasta San Juan de Lurigancho, donde participan en delitos de extorsión.
Te puede interesar:
También te puede interesar