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Su menuda contextura física y sus demostraciones de timidez podrían llevar a pensar que se trata de personas confiables, sin embargo, nada más alejado de la realidad. Se está comprobando que las mujeres cumplen un trascendental rol en las bandas dedicadas al secuestro.

Por ejemplo, la Policía capturó a una banda de secuestradores que, en enero de este año, mantuvo en cautiverio a un empresario por el que pidieron 70 mil soles para dejarlo en libertad. En esta banda había dos mujeres, siendo el papel de una de ellas fundamental para obtener información sobre la víctima.

Se trataba de Kalysbeth Torres Rodriguez de 25 años. Ella engatusó a un empresario, que terminó siendo secuestrado en enero de este año, cuando supuestamente se encontraría con ella en un local de Villa María del Triunfo.

Al final, el hermano del empresario terminó recibiendo una llamada en donde le pedían 70 mil soles por su rescate. La familia llegó a pagar 7 mil y el empresario fue liberado, aunque pasaron cinco meses para que la Policía diera con esta mujer y sus otros dos cómplices. Hector Vincent Pereira, alias «Negro», y Franyeli Mendoza Pereira, alias «Franyi». Los tres son de nacionalidad venezolana y conforman la banda «Los Malditos Secos de Villa María del Triunfo».

Situación similar ocurrió en otros dos casos de secuestros: el del empresario cevichero Paulo Huansi, y en el del dueño del Night Club Molino Rojo. Este último fue interceptado a la salida de su local. En ambos casos, mujeres de su entorno habían estado relacionadas a la fuga de información de sus movimientos.

“Muchas veces las damas juegan un papel preponderante, porque son las que hacen el reglaje y la selección de la víctima. Ellas muchas veces pasan desapercibidas, pues parecen ser personas frágiles, dóciles, no se les ve como una delincuente. Sin embargo, ellas ‘centran’ a su víctima. Cuando hay un secuestro, la información siempre sale del entorno de la víctima. Puede ser del entorno amical, familiar o laboral”, mencionó el general Luis Flores, jefe de la Dirincri.

En ese sentido, Luis Flores recomendó evitar hacer comentarios con terceras personas sobre nuestro patrimonio, movimientos bancarios o intenciones de adquisiciones a futuro. Además, aconsejó evitar publicar este tipo de información en las redes sociales.

Cabe advertir que, en lo que va del año, se han denunciado ocho casos de secuestros en Lima.