Punto Final registró que en una clase virtual ingresaron solo seis alumnos de un total de 22. Esto durante la suspensión de actividades escolares decretada por el ministerio de Educación en el marco del Foro APEC 2024.
Durante la semana en la que se desarrolló el Foro APEC 2024, las clases presenciales se suspendieron. Profesores y alumnos de colegios públicos de distritos lejanos a Lima Metropolitana fueron los más perjudicados. Punto Final conoció las dificultades que atravesaron profesores y familias de San Juan de Lurigancho y San Martín de Porres ante las clases virtuales.
El decreto del ministerio de Educación del viernes 8 de noviembre de que las actividades escolares se desarrollen de manera virtual durante el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) 2024, precisamente desde el lunes 11 hasta el miércoles 13 de noviembre, puso en aprietos a muchas familias debido a la carencia de aspectos específicos como la falta de conectividad y equipos tecnológicos.
Jorge Dett, reportero de Punto Final, registró cómo una maestra dictó las clases virtuales a sus alumnos desde su casa en Lima Norte, en medio del ruido natural que emite su entorno como sus familiares. A su clase, solo se conectaron seis pequeños del total de 22 alumnos que conforman su aula.
La situación de otra familia también representa lo que muchas familias peruanas enfrentan. En este hogar un total de cuatro hermanos tienen que ingresar a sus clases virtuales, pero solo cuentan con dos celulares para ello. Mientras dos logran ingresar a sus sesiones, otros dos ya van perdiendo clases. Todos hablando al mismo tiempo, lo que claramente dificulta el aprendizaje.
«Bueno tuvimos una reunión y decidimos seguir, nos fue muy mal en pandemia y no podemos suspender las clases tres días«, manifestó a Punto Final un profesor de un colegio particular en San Martín de Porres.
En base a su mala experiencia de las clases virtuales durante la pandemia por el Covid 19, los directivos de un colegio particular ubicado en una zona alejada en San Martín de Porres decidieron no acatar lo indicado en el decreto del Ministerio de Educación.
Optaron por continuar las clases de manera presencial, decisión que contó con la aprobación de padres de familia. «No a las clases virtuales amigo, no es lo mismo… yo estoy contento que mi hijo venga a estudiar, lo he venido a recoger…”, señaló un padre.
Opción que no tuvieron muchos alumnos y profesores de centros educativos públicos, en donde sí se suspendieron las clases presenciales. Situación que vivió María Elena Quispe, quien tuvo que incluso dejar de trabajar para que sus cuatro hijos puedan conectarse a sus clases virtuales. Uno de los celulares a usar es el de ella. Asimismo, tiene que guiar a su hija pequeña a usar las diversas aplicaciones que demanda la virtualidad.
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