Solo se alimentaban con agua. Dos de los rescatados pidieron asilo a Brasil.
Cuatro hombres salieron de Nigeria en busca de un futuro mejor. Se ubicaron en un diminuto espacio sobre el timón del buque carguero Ken Wave en el mar de Lagos. Tenían pensado llegar a Europa, sin embargo, fueron rescatados en el otro lado del Atlántico, en Brasil.
Roman Ebimene Friday, uno de los nigerianos, dijo que fueron dos semanas aterradoras. Señaló que todo comenzó el 27 de junio, cuando llegó al barco en donde otros tres hombres también esperaban que zarpara el barco.
Nigeria tiene grandes problemas que lo aquejan desde hace años. Tanto la inestabilidad política y las dificultades económicas como la violencia y la inseguridad ciudadana son algunos de los problemas que aquejan al país africano. Los rescatados señalaron que fueron estas razones por las que tuvieron que abandonar su país natal.
A los cuatro no les quedó otra opción de no hacer nada de ruido para no llegar a ser descubiertos por la tripulación del barco. «Tal vez si te atrapan te tiran al agua», explicó Friday.
Para evitar caer al agua, colocaron una red alrededor del timón y se ataron a ella con una cuerda. «Podía ver peces grandes como ballenas y tiburones», agregó Friday sobre la vista que tenía en todo el trayecto.
Los hombres cuentan que en el décimo día se quedaron sin alimentos y los otros cuatro días sobrevivieron tomando agua del mar que chocaba unos metros debajo de ellos.
«Fue una experiencia terrible para mí», dijo Thankgod Opemipo Matthew Yeye, de 38 años, uno de los cuatro nigerianos, en una entrevista en el refugio de una iglesia de Sao Paulo. «A bordo no es fácil. Estaba temblando, muy asustado. Pero estoy aquí», señaló.
Vivieron en circunstancias de hacinamiento y riesgo constante hasta que la policía federal brasileña los encontró en el puerto de Vitoria, en el sureste del país. «Estaba muy feliz cuando nos rescataron», contó Friday.
La travesía de los cuatro hombres por unos 5600 kilómetros de océano representa la situación que muchos migrantes corren al intentar alcanzar una mejor oportunidad no solo de trabajo, sino también de vida.
Ellos pensaban llegar a Europa, pero grata fue su sorpresa cuando se enteraron de que estaban en el mar de Brasil. Dos de los nigerianos regresaron a su país natal a pedido de ellos. Mientras que Thankgod Opemipo Matthew Yeye y Roman Ebimene Friday, decidieron quedarse en Brasil y han solicitado el asilo correspondiente.
«Rezo para que el gobierno de Brasil tenga piedad de mí», señaló Friday, quien contó que fue arrestado en una ocasión anterior cuando intentaba huir de Nigeria también por barco.
Mientras que Yeye, un ministro pentecostal en Lagos señaló que perdió su hogar luego de que las inundaciones destrozaron su granja de maní y aceite de palma.
El padre Paolo Parise, sacerdote del albergue de Sao Paulo en donde se están quedando temporalmente Friday y Yeye, manifestó que nunca había conocido un caso de polizones tan peligroso como en que ellos vivieron.
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