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Las investigaciones sobre el paradero de Kataleya, la menor de cinco años desaparecida en Italia, avanzan, aunque con demora. La Fiscalía de Florencia tiene en la mira a cinco personas sospechosas de su desaparición. Además, las autoridades continúan analizando varias bolsas de lona y otros objetos incautados que tienen restos de ADN de la pequeña.

Estas investigaciones técnicas tienen como objetivo principal determinar la presencia de material biológico o genético, así como la obtención de posibles perfiles de ADN procedentes de las bolsas de lona, carritos y grifos de las habitaciones del hotel donde vivía la niña y su familia. La finalidad es comparar estos perfiles con el de la víctima, en un esfuerzo por arrojar luz sobre su desaparición. Así lo explicó la fiscalía, según medios locales.

Aunque no se ha revelado la identidad de los imputados, previamente se detuvo al tío materno de Kataleya y a otros tres peruanos en el edificio donde vivía la menor y su familia. Este antiguo hotel había sido ocupado ilegalmente por numerosas familias peruanas y de otros países latinoamericanos.

HECHOS INVESTIGADOS

La Fiscalía analizó las bolsas de lona porque tres de los sospechosos fueron filmados por una cámara cuando salían del inmueble y que podrían haber ocultado a la menor debido a su tamaño. Estas mismas bolsas fueron utilizadas días después durante el desalojo del hotel. Asimismo, encontraron restos de sangre en los grifos de sus cuartos de baño al día siguiente de la desaparición de Kataleya.

Adicionalmente, los investigadores descubrieron restos de sangre en los grifos de los cuartos de baño de dos de los sospechosos, que ocupaban habitaciones distintas del hotel. La desaparición de Kataleya está relacionada con lo que los fiscales denominaron la «extorsión de las habitaciones», y consideraron desde el principio la posibilidad de que su secuestro estuviera relacionado con chantajes en el alquiler de las camas en el edificio.

El tío de la niña, quien fue la última persona en verla con vida, y los otros cuatro detenidos enfrentan acusaciones que incluyen extorsión, robo y homicidio, entre otros delitos. Están acusados de estar involucrados en la compraventa del «derecho de ocupación» de las habitaciones, solicitando sobornos o pagos de «alquiler» de 600 a 700 euros a los ocupantes.

La pequeña Kataleya Álvarez desapareció el 10 de junio mientras jugaba en el patio del edificio donde residía después de una discusión con otros niños. Su madre, al regresar del trabajo, no la encontró en casa y denunció su desaparición a la policía. La comunidad latinoamericana en Florencia se unió en la búsqueda de la niña, difundiendo la búsqueda a través de redes sociales y grupos de WhatsApp.

La madre debió recibir atención médica después de ingerir una pequeña cantidad de lejía tras prestar testimonio ante la Fiscalía italiana sobre la desaparición de su hija. El caso continúa siendo investigado activamente, y las autoridades esperan obtener más información de las investigaciones técnicas en curso y las excavaciones planeadas en el perímetro del edificio.