Misioneras arequipeñas revelan cuál es su situación actual y por qué no pueden volver a Perú.
En medio del peligroso conflicto en Gaza, las misioneras arequipeñas, María del Pilar y María del Perpetuo Socorro Llerena Vargas, han dejado una huella imborrable al optar por quedarse y brindar apoyo a los más necesitados.
Recientemente, la BBC entrevistó a estas dos hermanas, quienes compartieron sus experiencias y reflexiones sobre la situación en Gaza. Las declaraciones de las misioneras ofrecen una visión conmovedora de la realidad en medio de un conflicto devastador.
«Acá somos unas 600 personas. Como todo el resto del pueblo, no tenemos acceso a agua potable. Hemos tenido que recurrir a un pozo de agua natural para actividades básicas, pero no sabemos cuánto tiempo durará. Además, hemos tenido que adquirir agua embotellada a precios tres veces más altos de lo usual para garantizar que la gente tenga agua potable.», expresó María del Pilar Llerena Vargas.
«¿Están albergando también a personas que se habían refugiado en la iglesia ortodoxa antes del bombardeo del 19 de octubre?»
«Sí, algunas de esas personas decidieron venir donde nosotros porque, lamentablemente, parte de la estructura de la iglesia ortodoxa colapsó. Algunos de ellos encontraron refugio en nuestra parroquia.», dijo María del Perpetuo Socorro Llerena Vargas.
«El consulado de Perú en Egipto confirmó que realizan gestiones para permitir la salida de los ciudadanos peruanos y sus familias. ¿Está usted dispuesta a irse de Gaza?»
«No. A nosotros nos llamaron de la embajada peruana en Israel, y después de la embajada y el consulado peruano en Egipto. Nos dijeron que tenían todos nuestros datos y que todo estaba listo en la frontera para que pudiéramos salir en cualquier momento. Sin embargo, en ningún momento nos preguntaron sobre nuestra intención. «, expresó María del Pilar Llerena Vargas.
«Nosotros no vamos a abandonar a nuestra gente. Gaza ha sido nuestro hogar durante cuatro años; esta es nuestra vida, nuestra parroquia y nuestra gente. Ellos necesitan nuestra ayuda.», añadió.
La Parroquia Sagrada Familia alberga a 600 personas, en su mayoría vulnerables, por lo que es una tarea complicada movilizar a todos ellos. María del Perpetuo Socorro Llerena Vargas explicó lo siguiente:
«En la parroquia, tenemos niños discapacitados, personas en sillas de ruedas, ancianos e incluso pacientes con enfermedades graves, como cáncer. Algunos heridos de la parroquia ortodoxa están siendo atendidos aquí, ya que también tenemos médicos entre los refugiados. Es evidente que es imposible movilizar a 600 personas, incluyendo niños, enfermos y ancianos. Esta es una razón humanitaria fundamental para que entiendan que no podemos movernos.», dijo.
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