En este estudio, el grupo con mayor área muscular tenía un riesgo de enfermedad cardíaca hasta seis veces mayor que el grupo de hombres con la menor área de músculo abdominal.
La composición corporal, a menudo expresada como la proporción de grasa con respecto al músculo, siempre ha sido un indicador estándar de la salud cardíaca. Sin embargo, una nueva investigación de la Universidad de California San Diego sugiere que tener más músculo no significa automáticamente un menor riesgo de problemas cardíacos.
El estudio, publicado en el Journal of the American Heart Association, revela que no todos los músculos son iguales. Los hombres con una mayor área de músculo abdominal tienen un mayor riesgo de problemas cardíacos.
La historia es completamente diferente para aquellos con una mayor densidad muscular. Cuanto más densos sean los músculos, mejor: los hombres con la mayor densidad muscular en su cavidad abdominal tenían una cuarta parte del riesgo de enfermedad coronaria más adelante.
«Y lo otro realmente importante es que no encontramos esto en mujeres. Solo fue en hombres», destacó la Dra. Britta Larsen, autora principal y profesora de la Escuela de Salud Pública y Ciencia de la Longevidad Humana de la UC San Diego.
Los datos se obtuvieron de tomografías computarizadas de participantes en el Estudio Multiétnico de Aterosclerosis del Instituto Nacional de Salud, realizado en personas de 60 años a principios de la década de 2000. Estos participantes fueron reclutados en diversas ubicaciones de EE. UU. y fueron seguidos durante 20 años, con registros médicos monitoreados durante 12 años.
Los resultados sorprendieron al equipo de investigación, ya que encontraron que el grupo con mayor área muscular tenía un riesgo de enfermedad cardíaca hasta seis veces mayor que el grupo de hombres con la menor área de músculo abdominal.
El estudio también reveló que no hay correlación entre el músculo y el riesgo de accidente cerebrovascular, tanto en hombres como en mujeres, marcando una diferencia entre enfermedad coronaria y enfermedad cardiovascular que incluye accidente cerebrovascular.
Este trabajo plantea muchas preguntas y posibles líneas de investigación futura, especialmente en cuanto a la aparente exención de las mujeres de la conexión entre músculo y enfermedad coronaria. Además, se plantea la cuestión de los mecanismos biológicos detrás de esta conexión en hombres, donde la genética, la dieta y la actividad física podrían desempeñar un papel crucial.
Te puede interesar:
También te puede interesar