Estos espectáculos han sido un éxito total. "Lo mejor es que los propios luchadores son muy agradables", dice una visitante.
Koto-ohtori y Towanoyama son dos luchadores de sumo que llegaron a los círculos más altos y exclusivos de este tradicional deporte japonés. Hoy se vuelven a encontrar en un ring, pero no dentro de una competencia, sino en un llamativo restaurante de Tokio, el cual ha decidido brindar una experiencia distinta a los turistas que visitan el lugar.
Y es que este restaurante nipón no tuvo mejor idea para atraer visitantes que presentar peleas de sumo dentro del local. Así, le ha dado una oportunidad a estrellas jubiladas de este deporte para que difundan lo que aman hacer y, a la vez, el negocio está generando buenas ganancias. Las peleas están siendo un éxito total.
“Es una experiencia realmente maravillosa. La comida fue excelente, la gente es asombrosa. Los peleadores son muy fuertes y tienen un buen sentido del humor”, dice Steve Segundo, un turista que estuvo por la capital japonesa.
Lo llamativo, destaca Mayrely Fernández, otra turista, es que estas luchas cuerpo a cuerpo pueden ser disfrutadas en familia, incluso con los niños compitiendo contra los sumos japoneses. “Lo mejor es que los propios luchadores son muy agradables. Y realmente se toman el tiempo para que sea una experiencia tan divertida y placentera. Y me gusta que les da a todos la oportunidad de ser parte del espectáculo”, indica la visitante.
Sin duda, desde que Japón volvió a recibir turistas desde el fin de la pandemia de la covid-19, estas luchas han sido la mejor forma de acercar el deporte del sumo a los visitantes que llegan desde otros países.
“Siempre quise que todos supieran sobre el sumo. Nunca imagine que las cosas serían así. Ahora conmigo practicando sumo en un restaurante, espero que signifique que tanto los extranjeros como los japoneses tengan una mayor compresión del sumo”, señala Koto-ohtori.
El hecho es que gracias a estos espectáculos, los restaurantes se han mantenido llenos desde diciembre. Y las autoridades esperan que iniciativas como estas inyecten al menos unos 36 mil millones de dólares a la economía japonesa. Es una fascinante experiencia llena de mucha diversión.
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