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Un comité de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos está realizando una investigación para implementar una nueva tecnología apuntada a la supervivencia de los bebés prematuros.

Esta nueva tecnología ha sido probada solamente en animales hasta el momento y la investigación ha puesto en evidencia sus riesgos pero también su potencial. Se trata del inicio de ensayos de úteros artificiales en humanos.

Si bien aún no se ha aprobado, la (FDA) se reunió para discutir los ensayos en humanos con el fin de que en el futuro se mantenga con vida a bebés extremadamente prematuros o prematuros.

¿Cuántos bebés nacen prematuramente?

Se estima que en 2020, 13,4 millones de bebés en todo el mundo nacieron prematuramente (o antes de las 37 semanas de embarazo), lo que representa más del 10 por ciento de todos los nacimientos. El nacimiento prematuro es la principal causa de muerte en niños menores de cinco años, según la Organización Mundial de la Salud.

Los nacimientos prematuros tienen el mayor riesgo asociado cuando ocurren en las primeras 26 semanas de embarazo. Los bebés extremadamente prematuros que sobreviven corren el riesgo de desarrollar problemas de salud o deterioro del desarrollo neurológico.

¿Para qué son estos úteros artificiales?

Los úteros artificiales están diseñados para parecerse más al entorno prenatal. La empresa Vitara Biomedical está trabajando en un útero artificial que parece una bolsa de plástico, con tubos que suministran líquido amniótico, oxígeno y medicamentos. La tecnología ha sido probada en animales, incluidos corderos y cerdos.

En particular, los úteros artificiales no pueden hacer crecer a un bebé desde la concepción hasta el nacimiento; los investigadores no pretenden que reemplacen a una madre humana. En cambio, la tecnología está destinada a ayudar a los bebés nacidos antes de las 28 semanas de embarazo.

Para que el tratamiento entre en ensayos clínicos, tendría que demostrarse que los úteros artificiales facilitan el crecimiento y el desarrollo, así como reducen las muertes y los problemas de salud en los bebés prematuros, en comparación con los tratamientos estándar.