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El Reino Unido y el mundo se encuentra en shock, tras descubrir los terribles hechos de los cuales se le acusa a Lucy Letby, quien laboraba como enfermera en la unidad neonatal del hospital Condesa de Chester, en el norte de Inglaterra, desde el 2015. Asesinó a 7 bebés recién nacidos, inyectándoles insulina o aire, o alimentándolos a la fuerza con leche.

Algunos bebés a los que la enfermera atacó eran gemelos: en un caso asesinó a ambos hermanos, en otro mató a dos de tres trillizos y en dos ocasiones a un gemelo, pero fracasó en sus intentos de terminar con la vida del otro. “Fue una campaña cruel, calculada y cínica contra los niños más pequeños y vulnerables, en sus acciones hubo una profunda malevolencia lindante en el sadismo […] No tiene remordimientos. No hay atenuantes, pasará el resto de su vida en la cárcel”, ha declarado el juez James Goss, que ha condenado a la acusada a cadena perpetua sin posibilidad de excarcelación.

Durante las investigaciones, la policía no encontró el motivo que llevaron a Letby a cometer estos crímenes, según el juez Goss, solo la condenada a cadena perpetua, conoce los motivos que la llevaron a cometer los atroces crímenes “Actuó de forma totalmente contraria a los instintos humanos normales de criar y cuidar a los bebés […] No hay duda de que es inteligente y de que por fuera era una enfermera muy concienzuda, trabajadora y con muchos conocimientos; eso le permitió perjudicar a los bebés”, señaló.

Por su parte, la enfermera decidió no salir de su celda, para no oír todos los cargos de los cuales se le acusó en la corte, esta decisión ha llevado a la autoridad del Reino Unido a replantear las leyes, con la finalidad de que los imputados tengan obligatoriamente que acudir a la sala de audiencias para así recibir la decisión del juicio. La madre de uno de los bebés fallecidos ha descrito la decisión de Letby como un ‘último acto de maldad’.

El Primer Ministro Británico, Rishi Sunak, también se pronunció al respecto de este caso que ha paralizado al país y el mundo entero. Considerando como un acto «cobarde» el que Letby no se presentara en la sala de audiencias. También insistió en la importancia de que las familias obtengan las respuestas que necesiten y que la investigación se lleve a cabo de la forma más rápida y transparente posible.

La policía también está investigando otros 4.000 ingresos en unidades neonatales en las que trabajó Letby para averiguar si hay otras víctimas.

Este suceso marca un nuevo precedente en el Reino Unido, ya que las condenas perpetuas hacia mujeres, no son muy frecuentes, solo tres mujeres han recibido una condena de este tipo. Myra Hindley en 1963, cuando fue encontrada responsable por violar, torturar y matar a tres niños y dos adolescentes con su novio. Rosemary West, que torturó y asesinó al menos a nueve mujeres jóvenes en las décadas de 1970 y 1980, y Joanna Dennehy, que mató a tres hombres en lo que se conoció como los asesinatos de la zanja de Peterborough, en 2013.