"El FMI está acostumbrado a que los gobiernos entrantes se sientan con ellos a revisar porque pueden cambiar las condiciones", afirmó Figueres en una entrevista con Reuters en su oficina de Ochomogo, a las afueras de San José.
SAN JOSÉ, 18 feb (Reuters) – El expresidente de Costa Rica José María Figueres dijo que, de ganar el balotaje en abril, negociaría ajustes a un millonario acuerdo con el FMI, ya que las cifras macroeconómicas del país han mejorado desde enero de 2021, cuando se anunció el convenio para acceder a un financiamiento por 1.778 millones de dólares.
El gobierno del saliente Carlos Alvarado y el Fondo Monetario Internacional (FMI) anunciaron el año pasado un acuerdo de Servicio Ampliado Financiero (SAF) como un salvavidas para superar la crisis fiscal agravada por la pandemia del coronavirus.
Sin embargo, los desembolsos se han detenido, ya que el acuerdo está sujeto a una serie de medidas que dependen del Congreso, controlado por la oposición, donde se han trabado las discusiones para cumplir con los requerimientos del FMI, como ajustes fiscales y nuevos impuestos.
«El FMI está acostumbrado a que los gobiernos entrantes se sientan con ellos a revisar porque pueden cambiar las condiciones», afirmó Figueres en una entrevista con Reuters en su oficina de Ochomogo, a las afueras de San José.
«(Nos reuniremos) para buscar con ellos cuáles serán los nuevos elementos que se deben incorporar», agregó el vencedor de la primera ronda electoral del 6 de febrero.
La economía costarricense creció un 7,6% en 2021 después de la contracción del 4,5% en 2020 y se estima que se expanda un 3,9% este año. Además, en enero, logró un superávit primario (0,1% del PIB) por primera vez después de 14 años de déficit.
Aun así, Figueres, un ingeniero industrial de 67 años que gobernó el país entre 1994 y 1998 con su Partido Liberación Nacional (PLN), de raíces socialdemócratas, aseguró que fomentaría las leyes necesarias de austeridad y un impuesto a casas de lujo para cumplir el acuerdo anunciado con el FMI.
Y añadió que la nueva conformación del Congreso, donde el PLN tendrá mayoría, ayudaría a lograr los ajustes necesarios.
A pesar de ganar la primera vuelta de las elecciones presidenciales, Figueres no pudo obtener el 40% requerido para evitar el balotaje, por lo que tendrá que medirse ante el economista antisistema Rodrigo Chaves para decidir al gobernante para el período 2022-2026.
MIGRACIÓN, DROGAS
Figueres señaló la necesidad de fortalecer los lazos con los gobiernos de Centroamérica, el segundo mercado en importancia para Costa Rica, a pesar de la inestabilidad en la región.
«El barrio está muy complicado», afirmó antes de asegurar que intentará dialogar y mantener «puertas abiertas» con el gobierno de Daniel Ortega, en Nicaragua, fuertemente criticado por su reelección el año pasado.
«Se puede tener un diálogo con respeto y sin renunciar a nuestras banderas de apego a la democracia y respeto a los derechos humanos», contestó Figueres, opuesto a restricciones a la migración de nicaragüenses hacia Costa Rica, que alcanzó en 2021 un récord con 53.000 solicitudes de refugio.
El candidato dijo que mantendría el requisito de visa para venezolanos anunciado el jueves por las autoridades, aunque reconoció que la situación en el país sudamericano y la porosidad de las fronteras costarricenses imposibilitan detener el tránsito de migrantes.
El político centrista, que fue acusado de corrupción tras abandonar el poder, aseguró que dirigirá los esfuerzos policiales para combatir el narcotráfico, después de que en 2020 y 2021 el país decomisó la mayor cantidad de droga en su historia, 71 toneladas en cada año.
Por ello, explicó, mantendría los programas de patrullaje con Estados Unidos, impulsaría una ley para incautar bienes de origen sospechoso y permitiría la extradición de costarricenses a países donde enfrenten juicios por tráfico de drogas.
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