Toledo Manrique lleva una semana recluido en la sede de la Diroes, donde cumple prisión preventiva por 18 meses a raíz del caso Interoceánica.
El expresidente Alejandro Toledo cumplió una semana recluido en el penal de Barbadillo, al interior de la Dirección de Operaciones Especiales (Diroes). Durante ese plazo, debido a su estado de salud, los especialistas del Instituto Nacional Penitenciario (INPE) le han brindado constante atención.
En ese lapso, el exmandatario ha recibido la visita de sus familiares y su abogado, Roberto Su. La mañana del último martes, Pedro Toledo llegó hasta la Diroes para reunirse con su hermano y señaló que han buscado tranquilizarlo por su reclusión.
«Venimos mis sobrinos y dos amigos muy cercanos a mi hermano. Le damos mensajes de aliento para poder tranquilizarlo, porque toda persona privada de su libertad se pone un poco inquieta, pero vamos a tranquilizarlo», indicó para Latina Noticias.
El INPE se ha visto obligado a reorganizar los horarios de visita en Barbadillo, pues además de Toledo, otros dos exjefes de Estado se encuentran cumpliendo prisión en este establecimiento penitenciario: Alberto Fujimori y Pedro Castillo.
Por su parte, el abogado del expresidente mencionó que su salud «sigue siendo la misma» y que presenta pequeños deterioros, además de cansancio, fatiga y ansiedad. En los próximos días, Toledo Manrique pasará por un chequeo general de salud.
«Tiene una habitación de unos 20 metros donde tiene su cama, su colchón, cosas personales que le están trayendo y un ambiente pequeño, donde han puesto una mesa y las cosas que está leyendo y un ambiente patio», precisó Su sobre el espacio del Toledo en el penal.
El Ministerio Público acusa a Toledo de recibir 35 millones de dólares de la constructora brasileña Odebrecht por los tramos 2 y 3 de la Carretera Interoceánica. En abril de 2017, el juez Richard Concepción ordenó 18 meses de prisión preventiva contra el exdignatario.
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