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Por Natalia A. Ramos Miranda

SANTIAGO, 1 jul (Reuters) -El Gobierno chileno presentó un proyecto de reforma tributaria que considera un alza de los impuestos a las grandes mineras de cobre con una combinación de tasas sobre las ventas y el margen de producción.

En Chile, el mayor productor mundial de cobre, operan gigantes globales como la estatal Codelco, BHP, Glencore, Anglo American, Freeport McMoRan y Antofagasta.

«Lo que estamos proponiendo acá es que para las compañías mineras con producción superior a 50.000 toneladas métricas de cobre fino al año se aplique una combinación de tasas ‘ad valorem’ y tasas sobre el margen de producción crecientes según el precio del cobre», dijo el viernes el ministro de Hacienda, Mario Marcel, al presentar el plan.

Marcel sostuvo que para el resto de las compañías mineras se va a mantener el régimen actual.

«Esto va a significar un aumento de la recaudación por concepto del royalty, un aumento de la participación del Estado en la renta minera pero buscando mantener que la actividad minera tenga retornos suficientes para alentar la inversión», agregó.

Según una nota divulgada por Hacienda, el impuesto tendrá dos componentes: uno ad valorem que oscilará entre tasas efectivas de entre un 1% y un 2% para los productores de entre 50.000 y 200.000 toneladas métricas de cobre fino, y entre un 1% y un 4% para aquellos con más de 200.000.

Y otro componente con tasas de entre 2% y 32% sobre la rentabilidad. En ambos casos, se establecen tasas que consideran el precio del cobre, precisó el comunicado.

El viernes, el precio del cobre en la Bolsa de Metales de Londres bajó a 3,6176 dólares la libra, un mínimo de cerca de 18 meses. Mientras que en mayo del año pasado se acercó a los 5 dólares.

Considerando escenarios con distintas trayectorias de precio, el objetivo del Gobierno es que al 2025 haya una recaudación por el impuesto de 0,5 puntos del PIB y de 0,6 puntos hacia el 2030, cuando venzan los últimos contratos que aseguran a mineras que no se les cambiarán los impuestos.

El plan del Gobierno modificará un texto sobre royalty que actualmente está en tramitación en el Congreso, duramente criticado por la industria por no considerar el desempeño operativo de cada faena.

Diego Hernández, jefe de la gremial Sociedad Nacional de Minería (Sonami), dijo el viernes por la tarde que lamentaba que el Gobierno insista en aplicar un royalty a las ventas.

«El royalty ad-valorem es un impuesto regresivo que afecta más a las mineras pequeñas y a las de costo más alto disminuyendo la competitividad del sector, lo que es dañino para el país», señaló en un comunicado.

«Creemos que es complicado aplicar una reforma tan ambiciosa en un escenario de alta inflación y señales de recesión económica», añadió, señalando que a partir de ahora estudiarán la propuesta en detalle para estimar el impacto en la industria.

El Gobierno del presidente progresista Gabriel Boric, que asumió en marzo, se había comprometido a enviar una reforma impositiva dentro del primer semestre para financiar su ambiciosa agenda social.

Con el objetivo de recaudar un 4,1% del PIB en un plazo de cuatro años, en régimen, el proyecto de reforma también incluye la creación de un tributo a la riqueza, cambios en los impuestos a la renta y mecanismos para impedir la elusión y evasión fiscal.

En cuanto al impuesto a los altos patrimonios, el país sudamericano empezará gravando a 6.300 personas naturales, con domicilio o residencia en Chile, en relación a su riqueza mantenida tanto en Chile como en el extranjero.

Habrá dos tramos para este impuesto, el primero para patrimonios de entre 5 millones y 15 millones de dólares con una tasa marginal de 1% y un segundo tramo que contemplará una tasa de 1,8% sobre la parte del patrimonio que supere los 15 millones de dólares.

Dentro del patrimonio a declarar se consideran la participación en sociedades, los inmuebles, vehículos, portafolios de inversiones e instrumentos financieros, entre otros.

(Reporte de Natalia RamosEditado por Javier López de Lérida y Manuel Farías)