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Familiares y seres queridos dieron el último adiós a los seis soldados del Ejército Peruano fallecidos cuando intentaron cruzar el río Ilave, en Puno, cuando presuntamente intentaban escapar de una turba de manifestantes que los atacó el último fin de semana.

Cerca de la medianoche, se entregaron los seis cuerpos y fueron reconocidos en la Plaza de Armas de Ilave. Reunidos en el lugar, los familiares exigieron justicia. Posteriormente, se veló a los soldados en la Municipalidad de Ilave, que también contó con presencia de la población.

Durante la mañana de este martes 7 de marzo, los féretros de los militares fueron sacados a la plaza para darle así el último adiós y la despedida desde la provincia del Collao. Luego, a cada uno se le trasladará a sus lugares de origen.

Si bien, en un inicio, las familias no aceptaron ceremonias del Ejército, finalmente se determinó que se lleven los restos hacia el cuartel Pachacútec, en la misma ciudad de Ilave. Aquí, solo ingresaron los féretros y familiares, mientras que los pobladores esperaban en las afueras.

Cabe precisar que cinco de los seis soldados fallecidos son de la zona aymara de Chucuito, en Juli, mientras que el sexto es natural de la provincia de San Román, en Juliaca. Si bien las vías en Puno se encuentran bloqueadas, las mismas se despejarán para el pase de los restos.

RESPUESTA DEL EJÉRCITO: «NO FUE UNA ORDEN»

Tras el hallazgo de los seis cuerpos, el Ejército Peruano, a través del general Manuel Alarcón Elera, comandante general de la Cuarta Brigada de Montaña de Puno, precisó que no usaron sus armas de reglamento para evitar consecuencias fatales, y que optaron por escapar de los manifestantes cruzando el río.

“Nadie lo ordenó, fue una reacción de una patrulla tratando de salvarse de la agresión y la vida. Podrían ser linchados a pedradas y el personal determinó pasar el río arriesgando su vida. Hay gente que perdió por el cansancio y no pudo pasar bien y no pudo salvarse”, precisó en diálogo con ‘Buenas nuevas, malas nuevas’