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Eva lleva dos días durmiendo en una vereda con su nieto en brazos, un pequeño de año y medio que ha sobrevivido a un viaje de 7 días. Este tiempo lo ha enfermado y también agotado.

Eva Sequea dejó su patria para buscar nuevas oportunidades en Perú. Llegó con el apremio de obtener su sello de ingreso al país con fecha 31 de octubre de lo contrario no podría tramitar sus PTP o Permiso Temporal de Permanencia por un año, tiempo que le permitiría a ella y a  su nieto tener otra vida.

Por esa misma razón, Miguel Gómez dejo casa, trabajo y a sus padres en la provincia de Acarigua, aunque para ello decidió emprender un camino muy difícil. Para llegar al CEBAF Tumbes con sus dos pequeños tuvo que dormir en buses y sobre el piso con una ligera manta que le sirvió de colchón.

Con maletas cargadas de esperanza y sueños  dejan su país obligados por la necesidad y empujados por el hambre, ellos nos enseñan que en medio de todo siempre habrá una sonrisa y una bendición.