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Estados Unidos impuso nuevas sanciones a la esposa del presidente venezolano Nicolás Maduro y a importantes miembros de su Gobierno, incluidos la vicepresidenta y el ministro de Defensa, a los que acusó de saquear la riqueza del país y ayudar a que el mandatario mantenga su control del poder.

Maduro tildó de «cobardes» a los funcionarios estadounidenses que impusieron las medidas contra la primera dama Cilia Flores. «Su único delito es ser mi esposa», apuntó en un acto transmitido por la televisión estatal, horas después de conocerse las medidas.

Además, con ironía, agradeció al presidente estadounidense Donald Trump por imponer sanciones a otros miembros de su equipo de trabajo, pues para él eso demuestra que está rodeado de personas «dignas».

La vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, y el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, están entre las seis personas a quienes apuntan las sanciones, según un comunicado del Departamento del Tesoro divulgado el martes. Tres entidades y una aeronave también están en la lista.

«Estados Unidos continuará tomando medidas concretas y enérgicas contra aquellos que están involucrados en la destrucción de la democracia en Venezuela, así como aquellos que se están enriqueciendo a costa del pueblo venezolano», dijo el Departamento del Tesoro en un comunicado.

El gobierno de Trump ha sumado constantemente sanciones contra el régimen de Maduro por la represión de la oposición, la corrupción generalizada y las políticas que colapsaron la economía.

«El presidente Maduro confió en su círculo interno para mantener su control del poder, mientras su régimen sistemáticamente saquea lo que queda de la riqueza de Venezuela», dijo el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin.

Una hiperinflación de un 200.000 por ciento anual, así como la escasez de alimentos básicos y medicinas, han llevado a la emigración masiva de venezolanos. Pero Maduro dice que es víctima de una guerra económica de empresarios y políticos enemigos para derrocarlo, y acusa a medios internacionales de exagerar el éxodo de sus compatriotas.

Las sanciones individuales, como las publicadas el martes, prohíben a los ciudadanos y compañías estadounidenses cualquier trato con esas personas, lo que les impide tener cuentas bancarias o contratar servicios en ese país.

Flores, una abogada y exprocuradora general, también dirigió el Parlamento del país antes de casarse con Maduro cuando asumió la presidencia. Ella quedó expuesta internacionalmente en 2015 cuando dos de sus sobrinos fueron arrestados por conspirar para traficar cocaína hacia Estados Unidos.

Padrino, de 55 años, fue nombrado ministro de Defensa en 2014 y el Departamento del Tesoro dijo que este general ayudó a garantizar la lealtad de los militares al Gobierno de Maduro.

La vicepresidente Rodríguez, una abogada de 49 años, fue sancionada por ser uno de los aliados más confiables del presidente. Ha sido ministra de Asuntos Exteriores y ministra de Información antes de asumir este año el nuevo cargo.

Su hermano, Jorge Rodríguez, fue aliado por mucho tiempo del fallecido presidente Hugo Chávez, mentor político de Maduro. Actualmente se desempeña como ministro de Información.

El presidente venezolano dijo también que estaba dispuesto a reunirse con Trump, pues acusó a su vicepresidente Mike Pence de hablar mal de Venezuela. «Ojalá algún día se diera el milagro cara a cara de Maduro y Trump», dijo.

 

(Con información e imagen de Reuters)

 

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