Las empresas aseguran que aún hace falta realizar más estudios para confirmar si sus vacunas podrán frenar a las mutaciones del virus
Las farmacéuticas como BioNTech y Moderna están probando sus vacunas para tratar la nueva variante de propagación rápida del coronavirus que está diseminándose en Gran Bretaña, un nuevo desafío en la carrera por frenar la pandemia.
Ugur Sahin, director ejecutivo de la alemana BioNTech, dijo el martes que se necesitan otras dos semanas para saber si su inyección, elaborada junto a Pfizer, puede detener la variante del virus. En tanto, Moderna espera que la inmunidad de su vacuna proteja contra la nueva cepa y en las próximas semanas hará más pruebas para confirmarlo, dijo la compañía en un comunicado enviado a CNN.
La farmacéutica alemana CureVac, en tanto, dijo que no espera que la variante afecte la eficacia de su vacuna experimental, que se basa en la misma tecnología de ARN mensajero (ARNm) utilizada por Pfizer-BioNTech. Aunque hay múltiples mutaciones, dijo, la mayoría de los sitios del virus que son reconocidos por la respuesta de las células T del cuerpo no cambian y también se conservan múltiples sitios de unión de anticuerpos.
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