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La crecida de las aguas acumuladas por la tormenta Florence amenazaba el martes a localidades de Carolina del Norte y Carolina del Sur, mientras el sistema frontal castigaba al noreste de Estados Unidos con intensas lluvias y tornados luego de causar la muerte de al menos 32 personas. Los extendidos anegamientos cubrieron hasta los techos de viviendas, convirtieron carreteras en ríos y dejaron a miles de personas aisladas a la espera de rescate. Las aguas continuaban subiendo el martes, de acuerdo al Servicio Meteorológico Nacional.

«Las inundaciones van a continuar siendo una preocupación hasta el fin de semana y la semana siguiente», dijo Hal Austin, un meteorólogo del servicio nacional, ya que hay probabilidades de que la tormenta siga descargando lluvias en la región el martes y miércoles. Al menos 32 personas han perdido la vida como consecuencia del paso de Florence, incluyendo 25 en Carolina del Norte y seis en Carolina del Sur. Otra persona murió en Virginia, donde se desarrollaron al menos 16 tornados el lunes que destruyeron decenas de casas, según reportes del Servicio Meteorológico Nacional (NWS por sus siglas en inglés).

Los meteorólogos advirtieron que las lluvias abundantes podrían causar violentas inundaciones en el noreste de Estados Unidos el martes. Es posible que partes de la región reciban hasta 150 milímetros de precipitaciones, dijo el NWS.

 

DAÑOS ESTRUCTURALES

En la mañana del martes, el ciclón post-tropical Florence se ubicaba a 165 kilómetros al norte-noroeste de Filadelfia, en Pensilvania, y presentaba vientos máximos sostenidos de 35 kilómetro por hora, dijo en su último reporte el Centro Nacional de Huracanes (CNH) de Estados Unidos.

Se han llevado a cabo miles de rescates en dos estados del país y más de 650 personas fueron llevadas a lugares seguros dentro y alrededor de Wilmington, en Carolina del Norte, dijo Barbi Baker, portavoz del estado de New Hanover. La ciudad recibió el impacto directo cuando Florence tocó tierra continental con fuerza de huracán el viernes y ha quedado mayormente aislada debido a las marejadas e inundaciones que se produjeron en el sector.

Carolina del Norte mantenía cerradas 1.500 carreteras, mientras equipos de rescate y bomberos esperaban por ingresar a algunas áreas a fin de asistir en casos de daños estructurales, después de que Florence dejara caer 910 milímetros de lluvias en el estado desde el jueves.

«Las condiciones de las carreteras aún son difíciles», dijo el Departamento de Transporte de Carolina del Norte en su cuenta de Twitter. «Aunque pudieran reabrirse, podría ser imposible transitar por esas vías», sostuvo. Se espera que los daños a la propiedad derivados de la tormenta alcancen el rango entre 17.000 millones y 22.000 millones de dólares, pero ese cálculo podría resultar conservador si ocurren más inundaciones, de acuerdo a la unidad de manejo de riesgos de Moody’s Analytics.

 

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