El misterio en torno a por qué el Papa Francisco retiró en repetidas ocasiones su mano mientras una larga fila de personas se prosternaba e intentaba besarla esta semana ha sido resuelto: no quería propagar gérmenes.
«Fue una simple cuestión de higiene», dijo el jueves a periodistas un portavoz del Vaticano, Alessandro Gisotti, tras preguntarle directamente al pontífice. Gisotti explicó que había mucha gente en la fila y que el Papa no quería propagar gérmenes mientras una persona detrás de otra besaba repetidamente su mano en intervalos cortos de tiempo.
Las imágenes del lunes se volvieron virales en las redes sociales y se convirtieron rápidamente en materia de discusiones en las conocidas guerras culturales entre católicos conservadores y progresistas. Un sitio web conservador que suele criticar al religioso argentino calificó el episodio como «inquietante» y otro dijo que el Papa debería renunciar si no le gustan estos rituales.
«Le gusta abrazar a la gente y que la gente le abrace», comentó Gisotti. El portavoz destacó que el Papa permite que las personas besen su mano y su anillo en números limitados, como hizo con una anciana monja italiana en la audiencia general del miércoles, cuando Francisco la premió por sus décadas de servicio a los pobres en África. Un estrecho asesor papal dijo el martes a Reuters que a Francisco «le divierte» la polémica surgida.
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Video muestra a Francisco retirando la mano cada vez que se acercan a besarle el anillo del pescador. https://t.co/XFBjJhSAqj
— Latina Noticias (@Latina_Noticias) March 26, 2019
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