Las dos economías más grandes del mundo están inmersos en una espiral de aumentos arancelarios a sus importaciones tras la interrupción de las conversaciones para resolver su disputa comercial.
China debe prepararse para tiempos difíciles ante un panorama internacional cada vez más complicado, advirtió el presidente Xi Jinping en declaraciones difundidas el miércoles por medios de comunicación estatales, en momentos en que el país enfrenta un aumento de aranceles por la guerra comercial con Washington.
Las asperezas se han intensificado desde que la semana pasada Washington incluyó en su lista negra a la compañía china de equipos de telecomunicaciones Huawei Technologies Co Ltd, un golpe potencialmente devastador para la firma que ha impactado a las cadenas de suministro de tecnología y a los inversores. En una visita de tres días esta semana a la provincia sureña de Jiangxi, una de las cunas de la revolución comunista china, Xi instó a la ciudadanía a aprender de las penurias del pasado.
«Hoy (…) debemos superar una serie de riesgos y desafíos importantes, tanto dentro como fuera del país, y también lograr nuevas victorias para el socialismo chino», dijo la agencia estatal de noticias Xinhua parafraseando a Xi.
«Nuestro país todavía se encuentra en un período de importantes oportunidades estratégicas de desarrollo, pero la situación internacional es cada vez más complicada», añadió. «Debemos ser conscientes de la naturaleza compleja y duradera de diversos factores desfavorables tanto en el país como en el extranjero, y prepararnos adecuadamente para una serie de situaciones difíciles».
Las declaraciones difundidas por el medio de comunicación estatal no abundan en detalles sobre dichas dificultades. Tampoco recoge menciones directas a la guerra comercial ni a Estados Unidos.
No están programadas más negociaciones comerciales entre los principales negociadores chinos y estadounidenses desde que la última ronda terminó el 10 de mayo, el mismo día en que el presidente Donald Trump aumentó los aranceles a productos chinos valorados en 200.000 millones de dólares y tomó medidas para imponer aranceles a todas las importaciones chinas restantes.
Las negociaciones entre Estados Unidos y China están estancadas desde principios de mayo, cuando funcionarios chinos buscaron cambios importantes en el borrador de un acuerdo que, según la administración Trump, había sido ampliamente aceptado.
Sin embargo, el embajador chino en Estados Unidos, Cui Tiankai, dijo el martes a Fox News que Pekín aún está abierto a nuevas conversaciones.
En tanto, firmas estadounidenses dijeron en una encuesta publicada el miércoles que están enfrentando represalias en China por la guerra comercial, como fuertes inspecciones gubernamentales o despachos aduaneros más lentos.
Fuente: Reuters desde Pekín
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La inesperada visita del presidente fue criticada por varios integrantes del grupo de trabajo que lidera Rosa Bartra.
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