La universidad que hizo el pronóstico incluye una advertencia de que las muertes por el virus podrían caer a 146.000 si el 95% de los estadounidenses usara mascarillas.
La Universidad de Washington pronosticó el miércoles que habrá unos 180.000 muertos en Estados Unidos por COVID-19 al 1 de octubre, en un día en que los casos mostraron nuevas señales de estar en ascenso.
La estimación se conoció además en un día en que gobernadores de tres estados del noreste ordenaron que los viajeros de otras partes del país se deben poner en cuarentena a su llegada durante 14 días.
El Instituto de Evaluación y Métrica de Salud de la universidad, que hizo el pronóstico, incluye una advertencia de que las muertes por el virus podrían caer a 146.000 si el 95% de los estadounidenses usara mascarillas.
«No hay duda de que pese a la reapertura de los estados, Estados Unidos todavía está lidiando con una gran epidemia que se profundizará a partir de finales de agosto y septiembre», dijo el director del IHME, Christopher Murray, en un comunicado.
El nuevo pronóstico se emitió solo unas horas después de que los gobernadores de Nueva York, Nueva Jersey y Connecticut anunciaron que pedirán que los visitantes de otros nueve estados con tasas más altas de infecciones por coronavirus se pongan en cuarentena durante dos semanas a su llegada.
En una conferencia de prensa conjunta realizada por video, el gobernador de Nueva Jersey, Phil Murphy, dijo que la nueva medida es «dura» pero «la más inteligente», después de que Estados Unidos registrara su segundo mayor aumento en los casos de COVID-19 desde principios de marzo.
CASOS EN AUMENTO
Según un recuento de Reuters, Estados Unidos registró su segundo mayor incremento de casos de coronavirus desde que comenzó la crisis sanitaria, con un alza de 35.588 nuevas infecciones el martes, en medio de un aumento de contagios en una decena de estados.
Florida sufrió un aumento récord el miércoles, con más de 5.500 casos nuevos. El martes, Arizona, California, Misisipi y Nevada tuvieron sus alzas máximas, mientras que Texas alcanzó su cota más elevada el lunes.
Aunque Estados Unidos parecía haber frenado el brote en mayo, lo que llevó a muchos estados a levantar las restricciones a la actividad social y económica, el virus se está desplazando hacia zonas rurales y otras áreas en las que no había penetrado con profundidad inicialmente.
El aumento de casos del martes es el más alto desde que se tocó un pico de 36.426 nuevas infecciones el 24 de abril.
El virus está renovando también su avance en estados que reabrieron pronto para aliviar el devastador efecto de las restricciones sobre las economías locales.
La asesora de la Casa Blanca Kellyanne Conway reconoció el miércoles que está habiendo «alzas en puntos críticos» ahora que la gente está volviendo al trabajo y se está reuniendo socialmente, pero dijo a periodistas que «nadie está hablando (…) de un segundo cierre económico».
Los casos aumentaron un 25% la semana pasada, con un repunte de más del 50% en nuevas infecciones en 10 estados, según un análisis de Reuters.
Aunque algunos de los incrementos pueden ser atribuidos a un aumento de los tests, los números no se correlacionan. La cantidad promedio de tests ha subido un 7,6% en los siete últimos días, según datos de The COVID Tracking Project, mientras que el número promedio de nuevos casos se elevó un 30%.
Fuente: Reuters
Te puede interesar:
También te puede interesar