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Liliana Mayo fundó, con apenas 27 años, el más ambicioso y revolucionario proyecto de la época en la cochera de su casa, ubicada en el distrito chalaco de La Punta. Su escuela para niños con discapacidad intelectual le cambiaría la vida a miles de familias.

Durante sus prácticas como psicóloga en sus últimos ciclos en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, conoció a una niña con autismo. En aquella época, los métodos para tratar a niños con este trastorno no eran efectivos y que en Perú no podría avanzar.

«Yo quería ser psicóloga clínica. Quería estar en hospitales. Preguntaba mucho y por preguntona, de castigo me mandaron a la educación especial. Yo pensé: ‘ah ya pues, un mes y luego vuelvo’; pero me enamoré. Encontré mi pasión», indicó en diálogo con Latina Noticias.

Los padres de Liliana le mostraron su apoyo en todo momento. Su nuevo proyecto inició con ocho alumnos, y poco a poco más familias conocían de su trabajo. Esto le obligó a cambiar de sede, que requirió de un financiamiento internacional con el que pudo crear el Centro Ann Sullivan, en honor a una educadora que admira.

«Yo quería que los alumnos participen en la construcción y 30 de ellos participaron. No hay día que yo no aprenda de todo lo que ellos pueden hacer», remarcó Liliana, quien tiene un hijo biológico, Alonso; pero miles de hijos del corazón, a quienes les dedica su tiempo y amor.

Este es el caso de Juan Carlos, quien como varios, llegó cuando era un niño al centro. Ahora, es un joven independiente de 27 años con autismo que labora en una empresa internacional de prestigio. «Es la mejor directora del centro y, a la vez, mi segunda madre», expresó.

La meta de Liliana

«Mi propósito de vida es hacer un mundo diferente. Que las personas con discapacidad tengan oportunidades como tú y yo», explicó Liliana, cuya esforzada labor fue reconocida por la reina Sofía de España, así como con la Orden del Sol del Gobierno peruano.

Pese a las decenas de reconocimientos internacionales, Liliana, fiel a su estilo, toma todos con humildad, con el pleno enfoque en seguir impartiendo amor a través de la educación y la inclusión.