Esto pese a que la funcionaria ha recibido señalamientos desde diversos organismos y de Estados Unidos por desmantelar la lucha anticorrupción en Guatemala.
CIUDAD DE GUATEMALA (Reuters) – El presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei, nombró el lunes a María Consuelo Porras como fiscal general hasta 2026, a pesar de que la actual jefa del Ministerio Público (MP) ha recibido señalamientos desde diversos organismos y de Estados Unidos por desmantelar la lucha anticorrupción en el país.
Porras, quien el año pasado fue incluida en la lista de «actores corruptos y antidemocráticos» que publicó el Departamento de Estado estadounidense, sumará cuatro años más a su actual período, que inició en mayo de 2018.
La abogada de 68 años ha sido duramente criticada por la destitución, en julio, del jefe de la fiscalía especial anticorrupción, FECI, Juan Francisco Sandoval, quien salió del país casi inmediatamente después de ser removido del cargo. Sandoval acusó a Porras de obstruir investigaciones relacionadas con el presidente Alejandro Giammattei.
Tras la destitución, la Fiscalía detuvo a varios miembros de la FECI y a una abogada de la extinta Comisión Internacional Contra la Impunidad (CICIG), un ente de la ONU que fue expulsado de Guatemala en 2018 después de encarcelar a altas figuras públicas. Otros funcionarios de la FECI renunciaron argumentando persecución política, que Porras ha negado.
«Esta no ha sido una decisión sencilla tomada a la ligera», dijo Giammattei tras nombrar a Porras.
Guatemala ha sido objeto de escrutinio por parte de la comunidad internacional por sus esfuerzos anticorrupción, un problema considerado entre los factores detrás el incremento de la migración hacia Estados Unidos y México.
«Porras se ha dedicado a frenar investigaciones por corrupción e impulsar causas espurias contra periodistas, fiscales y jueces», opinó Juan Pappier, de la ONG Human Rights Watch. «La democracia guatemalteca está en grave riesgo».
La semana pasada, Giammattei aseguró que recibió llamadas, amenazas y la visita del embajador de una «potencia extranjera», a quien no quiso identificar, que lo presionó para no reelegir a Porras.
El proceso de elección de la fiscal general estuvo envuelto de críticas desde la sociedad civil por haberla incluido de último minuto a pesar de que su nombre fue depurado varias veces por la Comisión de Postulación.
(Reporte de Sofía Menchú; Editado por Diego Oré)
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